Una situación escandalosa se vivió en un partido de fútbol de la tercera división de Inglaterra cuando un jugador convirtió un gol mientras el arquero rival estaba lesionado y solicitando asistencia.

Más relevancia tuvo el hecho dado que una semana atrás, Marcelo Bielsa ordenó a su equipo dejarse marcar un gol tras aprovechar que un rival estaba lesionado y continuar una jugada hasta marcar un tanto.

Todo ocurrió cuando el arquero de Plymouth hizo gestos de dolor y tiró la pelota hacia el lateral para interrumpir el juego. Pero antes de que esta saliera, un delantero de Scunthorpe, el equipo rival, la tomó y pateó con precisión al arco para marcar el 2 a 2.