El verano resiste. Este miércoles, a poco de su despedida, se instala en la ciudad desde temprano. El sol alcanza con sus rayos débiles los edificios más altos de Rosario, pintando de naranja la noche que se retira. Se espera una jornada caliente. 

El informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) indica algo de neblina al comienzo. Para el resto del día, un cielo despejado a puro sol, con viento suave desde el noreste. 

El termómetro da un respiro durante las primeras horas. Sin embargo, ya toca los 19 grados a las 7 de la mañana. Se anuncia una temperatura máxima de 31 grados.