Twitter dejó de ser parte del acuerdo voluntario contra la desinformación al que se encontraba suscrito desde 2018. La decisión del dueño de la compañía, Elon Musk, deja sin efecto una serie de buenas prácticas que especifica la Unión Europea (UE) para evitar la difusión de información falsa. El acuerdo tiene el aval de otras plataformas y redes sociales que operan en el viejo continente.

"Twitter debe convertirse en la fuente de información más precisa del mundo, por sobre todas las demás", tuiteó en noviembre pasado Elon Musk, a pocos meses de convertirse en el propietario de Twitter. "Esa es nuestra misión", remató. Pero a principios de este mes pareció retroceder algunos pasos cuando publicó que su red social está "empeñado en ser la fuente de información menos falsa". Sutilezas.

El que fue contundente al respecto fue el comisario europeo, Thierry Breton, quien también en un tuit hizo saber que Twitter se retiró del acuerdo voluntario contra la desinformación. A continuación aclaró que la obligación de sostener buenas prácticas referidas a la veracidad de la información se mantiene: "Puedes correr pero no ocultarte", aclaró.

Luego de referirse al retiro de Twitter, Breton insistió con que "más allá de los compromisos voluntarios, la lucha contra la desinformación será una obligación legal bajo el #DSA a partir del 25 de agosto”.

La Ley de Servicios Digitales (DSA) de la UE, a la que Breton se refirió en el tuit, acaba de ser promulgada recientemente e impone reglas estrictas a 19 "plataformas en línea muy grandes", informó Mashable. Twitter se encuentra entre una de estas plataformas, que también incluye a Google, Microsoft, Tiktok y Facebook e Instagram, propiedad de Meta.

"Las plataformas deben mitigar riesgos como la desinformación o la manipulación electoral, la violencia cibernética contra las mujeres o los daños a menores en línea", destacó el sitio oficial de la Comisión Europea respecto a la DSA.

Aquellas compañías tecnológicas que no cumplan con la DSA, se enfrentarán a multas que pueden llegar hasta el 6 porciento de su facturación global anual; y en ciertos casos puede llevar al bloqueo de la plataforma en la UE.

Desde que Musk compró Twitter, la red social ha vuelto a abrir las puertas a varios teóricos de la conspiración y propagadores de desinformación. Cuando se le preguntó acerca de las falsedades en la plataforma, Musk se refirió en varias ocasiones a Community Notes, una función de Twitter donde los usuarios envían correcciones para votar, a modo de defensa. Sin embargo, eso no ha impedido que el propio Musk difunda teorías de conspiración entre sus más de 140 millones de seguidores en Twitter.

Como mencionó el comisario de la UE, Breton, en su tuit, Twitter tiene hasta finales de agosto para cumplir.