Juan Monteverde, primer candidato a concejal de Más para Santa Fe (un acuerdo entre el PJ y Ciudad Futura), consiguió un gran triunfo en los comicios de este domingo en Rosario. Aunque sus dos principales adversarios también montaron escenas de festejo: Juan Pedro Aleart, que salió segundo, celebró porque La Libertad Avanza quedó arriba dentro del no peronismo, y Unidos porque su candidata, Carolina Labayru, levantó notablemente su performance en las Paso a partir del inflador que el gobernador Maximiliano Pullaro le metió a su campaña. 

Mientras en la ciudad se reinstaló un virtual escenario de tercios –Monteverde sacó el 30,5 por ciento de los votos, Aleart el 28,76 y Labayru 25,63–, el oficialismo consolidó y extendió su poder territorial en el resto de la provincia: el gobernador dijo con euforia que Unidos ganó en al menos el 80 por ciento de las localidades santafesinas. 

El peronismo mostró dos caras: perdió en cerca de 20 localidades que gobierna, pero a la vez tuvo triunfos, además de en Rosario, en otras ciudades importantes como Rafaela y Reconquista. Lo que a la vez es una luz amarilla para Unidos, pues implica que de los seis centros urbanos más grandes, el oficialismo solo ganó en tres: Santa Fe, Venado Tuerto y Villa Gobernador Gálvez. Mientras que para La Libertad Avanza el sabor es más agrio que dulce: en la primera elección general por cargos locales del sello del presidente Javier Milei, consiguió hacer pie con un porcentaje significativo y algunos resultados importantes, como las victorias en Villa Constitución y Casilda. Pero a la vez, no ganó Rosario, algo que creía muy posible, y salió tercera en la mayoría de las otras localidades. Eso explica que ningún funcionario nacional amagara con viajar hasta Rosario para acompañar al candidato Aleart. Ni siquiera la ministra de Seguridad, Particia Bullrich, madrina de la llegada del ex periodista a la política y a quien él le agradeció muy especialmente. 

Al mismo tiempo, hay una señal de alarma extrema de la que no escapa ningún sector político: el bajísimo nivel de asistencia, que apenas superó el 50 por ciento a nivel provincial y que fue menor a la mitad del electorado en Rosario. En ese rubro, perdieron todos. Perdimos todos. Y cualquier proyección a futuro, por caso para 2027, queda relativizada por ese dato. 

El foco en Rosario

 

Rosario fue el gran foco de atención de la elección. Por su peso específico, ya que concentra el 38 por ciento del electorado provincial, y porque vivió una disputa política de alta intensidad, en la que el oficialismo, de acuerdo a los resultados de las Paso, corría muy de atrás.

El triunfo de Monteverde, en un marco de retroceso general del panperonismo, es un dato que, seguramente, concitará atención nacional. El concejal reelecto buscó mostrarse magnánimo en la victoria. Mientras ninguno de los otros dos sectores lo felicitaron por el triunfo, él invitó a reabrir el diálogo político en la ciudad y reveló que le mandó un mensaje a Pablo Javkin para ir este mismo lunes a reunirse con el intendente al Palacio de los Leones.  

Del lado de Unidos, si bien Pullaro, Javkin y el resto de la dirigencia de Unidos exhibieron euforia y buscaron inyectarle épica al resultado, la levantada de Labayru debe haber generado, en realidad, alivio.

La “gran remontada”, como la definió Pullaro, tuvo directa relación con el esfuerzo que el gobernador puso en el acompañamiento de la candidata, a la que se le pegó como estampilla, y al liderazgo que ejerció para que el resto de Unidos se abroquelara y militara la candidatura de la ahora concejala electa. En una elección de baja participación, además, el aparato estatal siempre gana peso.

El abrazo entre Carolina Labayru y Maximiliano Pullaro (Alan Monzón).

El crecimiento del oficialismo le restó posibilidades a un triunfo de Aleart, pues se dividió de manera más pareja que en las Paso el voto no peronista. Ambos sectores centraron su discurso de campaña en la crítica al kirchnerismo y buscaron pegar la figura de Monteverde a la de Cristina Kirchner, que está con prisión domiciliaria por corrupción y este domingo reveló que se comunicó con el candidato para felicitarlo. 

“El 70 por ciento de los rosarinos votó contra el modelo del kirchnerismo”, fue, de hecho, la lectura de Romina Diez, referente de La Libertad Avanza en Santa Fe. “No vamos a permitir de ninguna manera que el kirchnerismo gobierne Rosario”, amplió el propio Aleart, ya lanzado a la candidatura a intendente. El ex periodista agradeció a Javier Milei, a pesar de que el presidente no publicó ni un retuit a su favor durante la campaña.

Juan Pedro Aleart celebró el segundo lugar y prometió impedir que el kirchnerismo gobierne Rosario. (Captura de TV)

Como sea, con esas declaraciones, LLA le dio oxígeno a una especulación: que no hay que descartar que en 2027 haya un acuerdo con Unidos para enfrentar al líder de Ciudad Futura.

Todos contra Juan

Eso fue justamente lo que denunció días atrás Monteverde, que, por lo visto en la campaña, podría ser el protagonista de la segunda temporada del programa “Todos contra Juan”.

“Rosario le ganó al intendente, le ganó al gobernador y al presidente. Contra todo y contra todos”, gritó emocionado este domingo a la noche, en un Distrito 7 colmado y eufórico, el líder de Ciudad Futura, que tiene en este resultado la plataforma de largada para 2027. “Monteverde intendente”, cantaba la militancia, lo mismo que en el búnker libertario pasó con Aleart. “En dos años Rosario cambia después de 50 años”, devolvió él como expresión de deseos.

El candidato de Más para Santa Fe no solo tuvo que afrontar el ataque sistemático de Unidos y LLA. También recibió fuego amigo, con Roberto Sukerman y Lisandro Cavatorta, que buscaron captar voto peronista por afuera. 

Pero a ninguno de los dos le alcanzó para quedarse con bancas en el Concejo, que se repartirán de la siguiente manera: 5 para Más para Santa Fe, 4 para LLA y 4 para Unidos.

Con la mira en 2027

 

En principio, en el nuevo Concejo, en el que el oficialismo pierde la mayoría automática aunque sigue siendo primera fuerza, hay dos candidatos a intendente prácticamente seguros para 2027, Monteverde y Aleart, y una posible: la presidenta del cuerpo, María Eugenia Schmuck, de Unidos. 

Aunque en el frente oficialista quedó más claro que nunca que la lapicera la tiene ya no solo a nivel provincial sino también a nivel local el gobernador Pullaro.