En La vida extraordinaria, Aurora y Blanca trasforman una amistad “de toda la vida” en un hecho extraordinario. Las dos dialogan sobre el amor, la distancia, el desamor, la muerte y el milagro de la vida en un vínculo atravesado por la literatura. En la obra escrita y dirigida por Mariano Tenconi Blanco, Valeria Lois es Aurora, una docente que escribe poesía. En tanto que Lorena Vega caracteriza a Blanca, una modista que vivió con su madre hasta su muerte y también escribe poesía.
La vida extraordinaria se estrenó en 2008 y, por períodos, regresa a los escenarios. La producción de la Compañía Teatro Futuro se estrena en Rosario con dos funciones, este sábado, a las 21.30, y el domingo, a las 19, en el teatro La Comedia (Mitre 958).
La trama, que tiene música en vivo de Ian Shifres, se monta sobre “la carnadura de un texto que retrata una historia atravesada por duelos y sentimientos intensos”, explicó Valeria Lois a Rosario3. Para ella, “el teatro es el cuerpo presente”, una afirmación que recorrerá buena parte de la charla telefónica.

La protagonista del unipersonal La mujer puerca, que también caracteriza a la inescrupulosa jefa de Gobierno porteño en la serie División Palermo, destacó, en ese punto, el trabajo compartido con Vega: ambas integraron el Grupo Sanguíneo y “la psicóloga” de Envidiosa la dirige en la obra Precoz (con función en Rosario el próximo 23 de agosto, en la misma sala)
“Lorena es una compañera de vocación y una amiga de la vida. Hay una confianza en ese «conocernos». En el escenario nos tenemos la una a la otra. Nos apoyamos en el texto de Mariano (Tenconi Blanco) y en el cuerpo de la otra”, detalló la entrevistada.
—La obra lleva casi ocho años en escena, con reposiciones. ¿Qué cambios registrás?
—Siempre hay una evolución dada por el paso del tiempo, ¿no? Una comprende los entreveros del texto y las situaciones, por más que eso no termina nunca, desde otro lugar. Para ponerte un ejemplo, al comienzo de este proceso, la escena del taxi, donde mi personaje (Aurora) se va a parir, yo sentía que era como la gran prueba de la función. Era una escena muy difícil que me costaba mucho. En ese momento, tenía como un tono más conmovedor y ahora es más humorística, graciosa, por decirlo de algún modo. Es una escena que hace reír a la gente. Eso para mí es súper disfrutable porque siento que llego ahí sin miedo.
—¿Cómo es la relación entre entre ambas en el camarín?
—Hablamos de todo: de la semana, de cosas de las dos, del grupo. Nosotras compartimos el camarín con los músicos y con la más gente de la obra. Entonces, llega la productora, Mariano o los asistentes y lo que circula es un clima de muchísimo humor. Es un ida y vuelta de cosas delirantes y graciosas. Alguien quiere contar algo y es interrumpido 200 veces. Muchas veces nos reímos hasta último momento, hasta antes de salir al escenario.
—A pesar de la gravedad de la primera escena...
—Es como la frase “pasar de la pileta de agua helada a la de agua caliente”. Hacemos el switch muy rápido que, para ambas es muy eficaz. Pasamos de la risa al duelo.

—Sin spoilear sobre lo “extraordinario” de la obra, ¿qué mirada tenés sobre eso del texto que lo corre de lo ordinario?
—Hablar de la vida es extraordinario. Las vidas de Blanca y Aurora, las historias que viven, más allá del final, hacen que la obra sea extraordinaria.
—¿Cómo ves el presente la escena teatral y audiovisual?
—Siento que estamos en una situación muy delicada. Entre mis colegas, hay personas que tienen más o menos trabajo, pero todos estamos hablando de la falta de proyectos, de producciones. Se están haciendo cosas, como División Palermo, un producto excelente del que me encanta formar part pero, al mismo tiempo, se sabe que son pocas. Eso repercute en toda la comunidad, desde la persona que toma el casting hasta vestuaristas, maquilladoras, técnicos y nosotros, las actrices y los actores.
“Es un momento muy complejo y me parece que es difícil saber hacia dónde se va. En el caso de la Compañía Teatro Futuro, que es la productora que integro, estamos produciendo y haciendo. Esos proyectos que gestiono con otras personas o en los que trabajamos hacen que ahora mismo pueda decir que soy una actriz con mucho trabajo. Yo diría que, mientras suceda este momento medio gris, tengo proyectos que me sostienen económica y anímicamente".
—¿Qué te da y qué te quita el teatro?
—El teatro es con el cuerpo: está ahí y todo te atraviesa. Más allá de que hay que estar bien dormida, alimentada, de la voz, o que no te podés ir de viaje ni quedarte en tu casa, al mismo tiempo, está eso vivo del arrojo y del aplauso, está la gratificación de ver a la gente y charlar a la salida. El teatro es un cuerpo presente y eso ya es un beneficio. Con los rodajes, los procesos son otros. Ahí también hay mucha intensidad porque son semanas de convivir con un equipo de gente que se convierte muy rápidamente en una familia. Pero esa intensidad, en un momento, se corta.
—¿Cómo o cuánto talló en la actriz asumir la dirección de una obra?
—Me cambió para mejor. Es un experiencia positiva y hermosa que me ayudó a entender muchas cosas, sospechas que ya tenía respecto de cómo es actuar y dirigir. (Nota: Valeria Lois dirige la obra Viento blanco, unipersonal con Mariano Saborido).
Las entradas para las dos funciones de La vida extraordinaria pueden adquirirse a través del sistema 1000tickets.com.ar y en la boletería del teatro La Comedia.

Ficha técnica
Con Valeria Lois y Lorena Vega
Narración: Cecilia Roth
Músicos en vivo: Ian Shifres y Elena Buchbinder
Música original: Ian Shifres
Escenografía: Ariel Vaccaro
Vestuario: Magda Banach
Iluminación: Matías Sendón
Coreografía: Jazmín Titiuni.
Video: Agustina San Martín
Mapping: Blas Lamagni
Peluquería y maquillaje: Agustina Luque
Asistencia de dirección: Pablo Cusenza
Asistencia de producción: Loli Crivocapich
Producción: Carolina Castro
Dramaturgia y Dirección: Mariano Tenconi Blanco
Producción Rosario: Pulpo Producciones