En La Noche de Mirtha Legrand (el Trece), la Chiqui contó qué hace cuando una mesa o los invitados “se complican”. En un momento de mucha sinceridad, el último sábado, la conductora señaló que “no siempre” la relación con los comensales –y entre ellos– fluye de manera amistosa.
Todo comenzó cuando Karina Jelinek le preguntó a Mirtha cuál había sido “la mesa más difícil” de su vida. Y la legrand respondió con picardía: “No, no me acuerdo. No me quiero acordar, querida. Lo he borrado”.
Seguido, la conductora admitió: “Hay algunas (mesas) que han sido difíciles, complicadas. Hay que tener muñeca. En general, los invitados son encantadores”.
Fue entonces que reveló alguna de la “claves” para llevar adelante su programa desde hace más de medio siglo: “Yo voy conquistando a los invitados. Desde que me siento, desde que me ubico en mi lugar, yo ya sé quién me va a querer y quién va a estar en contra mío. No siempre acierto, lo deduzco. Pero me doy cuenta”.
Y amplió: “El invitado se tiene que sentir cómodo. A veces me critican porque hago preguntas un poco fuertes, pero bueno, es poner un poco de pimienta también. Es apasionante hacer este tipo de programas”.