Este viernes Mauro Icardi se iba a reencontrar finalmente con sus hijas en el Chateau Libertador, decisión que fue autorizada por la Justicia antes de retornar a Turquía. Sin embargo, todo terminó en un nuevo conflicto. Hay dos versiones que circulan y la policía está en el lugar.
Quien rompió el silencio fue Ana Rosenfeld, abogada de la empresaria. “Acá hay una gran confusión. Ayer Wanda preparó a las nenas para avisarles que hoy iban a estar con el papá. Estuvimos hablando hasta tarde. Las nenas sabían esto”, comenzó contando la letrada en diálogo con A la tarde, mientras ponían al aire imágenes del edificio en el que vive la empresaria, en el que también se encontraba el futbolista acompañado de sus dos abogadas, Elba Marcovecchio y Lara Piro.
“Sabían que hoy era el día donde iban a tener el primer contacto después de mucho tiempo con su papá. Lo que las nenas le pidieron a Wanda y ella lo escuchó de sus hijas es que las nenas quieren estar solas con el papá”, apuntó, en alusión a la presencia de Eugenia Suárez y sus hijos.
“Las nenas le pidieron por favor a Wanda y se lo pidieron también a la persona del Ministerio Público Tutelar, que es la doctora Matera, con su lenguaje, con su idioma y en la forma que se pusieron expresar, ‘por favor, queremos que nos asegures que no van a estar otras personas" y la abogada sumó: “Dijeron «que no esté esta mujer, queremos estar con vos»”.
Rosenfeld también contó cómo habría sido su conversación con las abogadas de Icardi. “Hablé con la doctora Marcovecchio, todo el tiempo con Wanda y con Elba tratando de buscar una solución. Me ofrecí de garante para que esto acontezca y que Mauro pueda disfrutar como corresponde... Del otro lado no hubo absolutamente nada diferente”, apuntó.
A las 15:46, dos patrulleros, con tres policías varones, aparecieron en el barrio de Núñez con el uniforme completo, papeles en la mano, que podrían ser la intimación del juez para que Wanda entregue a las niñas y se las dé a Mauro. Al ingresar en la propiedad se reunieron con la seguridad propia del lugar y bajaron al primer subsuelo para estar con el deportista, según contó Martín Candalaf.