Debilidad humana es la última novela de la escritora rosarina Lila Siegrist, publicada el último abril por editorial Mansalva. Protagonizada por India, una mujer empujada por la pulsión de “realizar, transformar y gozar de los acontecimientos puros”, la trama parte de la construcción del puente Rosario Victoria para llegar hasta la Casa Rosada.

Ambientada en los 90, la novela es una suerte de road movie literaria en la que la guita, la rosca y ciertos vueltos navegan por el Paraná en la aventura de las “primeras experiencias” y la filiación.

“Es la historia subjetiva e instrumental de un proyecto magnífico, como la construcción de un puente entre dos ciudades, transversalizada por la biografía de una mujer aventurera, ambiciosa y muy decente”, sintetizó Siegrist, en diálogo con Rosario3.

Para la autora, Debilidad humana “es el concentrado de una investigación sobre las fluvialidades que hago desde que tengo 20 años. Es como un repertorio de origen que tiene que ver con mi formación artística y subjetiva. Empezó en mis recorridos por el Litoral, por Entre Ríos, por Misiones y, después, por el puerto de Rosario”.

La ficción es como un gran Frankenstein entre lo real y lo percibido, lo experimentado y lo que salimos a inventar

El interés inicial, marcado por los cuadros de Raúl Domínguez, continuó con una investigación que contempló (para la escritura de la novela) una decena de entrevistas sobre la ejecución de la plataforma –quiénes fueron sus constructores, las condiciones de trabajo de los obradores– desde perspectivas técnicas y ambientales. La tarea minuciosa de la también autora de Vikinga Criolla, Tracción a sangre y Te quiero abrazar mucho incluyó la consulta a una odontóloga “para describir con precisión la dentadura de uno de los personajes secundarios”, así como las marcas de identidad que van de las citas literarias a la música.

Así, entre la “plástica fluvial” y el pilotaje, India se irá forjando a sí misma, montada en su Honda Dax. Sentirá que “todo lo puede” en pleno menemismo.

Debilidad humana es la historia subjetiva e instrumental de un proyecto magnífico, como la construcción de un puente entre dos ciudades, transversalizada por la biografía de una mujer aventurera, ambiciosa y muy decente

“La mueve la pulsión por realizar, por transformar y por gozar de los acontecimientos puros, tanto a los se expone como a los que va a buscar. En esa búsqueda intempestiva es que encuentra un conocimiento muy genuino que la hace transitar distintos lugares con intuición e intensidad", detalló Siegrist, fundadora de la carrera de Gestión Cultural de la Universidad Nacional de Rosario.

En el camino hacia el núcleo mismo de “la rosca” y de su propia identidad, India trabará vínculos con el Escribano, el Ingeniero y el Abogado; siempre acompañada de “su sombra fugitiva”, de “la Turquita”.

“Creo que es una historia que salpica múltiples públicos cooperantes, tanto a la intelectualidad como a lo más amoroso y cercano. De hecho, India, que presume inicialmente ser una especie de ágrafa, con el tiempo empieza a nutrirse de cierta información que la ubica en un universo, pero que tiene grandes lagunas de conocimiento. Es como una todóloga padeciente”, resumió la entrevistada, entre risas.

La escritura como aprendizaje


Para Siegrist, la escritura es “el lugar al que salimos para aprender y conocer nuevas cosas, para habitar otros personajes y descubrir otras necesidades vitales”.

Aparada en esa convicción es que definió a la ficción como “un gran Frankenstein entre lo real y lo percibido, lo experimentado y lo que salimos a inventar”.

“El estilo de Siegrist es materialista, fierrera, experta en autopartes y en gestiones administrativas, pero también en bañados pantanosos, arroyos que se consideran ríos y criaturas terrestres”, escribió la escritora María Moreno en la la contratapa de Debilidad humana.

La presentación


Este miércoles a las 18.30, en la librería Mal de Archivo (Urquiza 1613), Lila Siegrist presenta Debilidad humana, acompañada por la periodista Virginia Giacosa, que también firma la contratapa, y Julia Enriquez. La entrada es gratuita.