Tensionados al extremo, el presidente Mauricio Macri y los legisladores nacionales protagonizaron una ceremonia de apertura de sesiones con aplausos, insultos, gritos, fallidos y hasta una “diputada intrusa”.

Una de las interrupciones salientes se dio cuando una mujer comenzó a gritar y la vicepresidenta Gabriela Michetti le pidió que se callara, primero, y que se retirara, después, porque no era diputada.

“En este recinto solo puede haber diputados, por favor retírese”, le reclamó. Se trataba de la diputada electa en 2015 por Cambiemos Joanna Picetti, quien no llegó a asumir por una denuncia de maltrato infantil.

En cambio, la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, lanzó una acusación llamativa: "La Cámpora trajo a una persona que no es diputada al recinto. Siempre destruyendo las instituciones. La verdad y la justicia son para siempre y no vamos a ir para atrás". En las redes le marcaron que era parte (o había sido) del oficialismo.

Más adelante, en medio de su discurso, Macri hablaba de la seguridad y de la batalla contra el delito cuando se le escapó un fallido.

"En la frontera con el apoyo del narcotráfico..., digo del Ejército, estamos combatiendo el narcotráfico", dijo. Generó, obvio, comentarios en el recinto y en las redes sociales, sobre todo de opositores.