Desde hace unos meses, en diferentes espacios públicos de Rosario se observa cartelería referida al herpes zóster, una enfermedad causada por la reactivación del Virus Varicela Zóster (VVZ). En los mensajes, se insta a las personas mayores de cincuenta años que hayan tenido varicela, a que se apliquen la vacuna disponible en Argentina a fin de evitar la reactivación del virus y sus consecuencias. Sin embargo, desde la Salud Pública explicaron que no es necesario aplicar el fármaco en todos los casos.

El herpes zóster

 

Luego de que una persona contrae varicela, el virus permanece latente en su sistema nervioso, por lo general, sin causar síntomas hasta su reactivación, algo que puede suceder a lo largo de la vida, en especial, durante la edad adulta.

Los primeros síntomas del herpes zóster, conocido comúnmente como culebrilla, cuando se reactiva el virus, son: picazón, dolor, hormigueo, sensación molesta o sensibilidad al tacto en el tórax, el abdomen o el rostro.

Tras los primeros días, comienza la fase aguda de la enfermedad, en la que aparece la erupción cutánea, con ampollas en las zonas afectadas, acompañadas de un dolor agudo.

Al cabo de unos 10 días, las vesículas se convierten en costras que, normalmente, duran entre 2 y 4 semanas.

La erupción cutánea, con ampollas en las zonas afectadas, acompañadas de un dolor agudo, es uno de los síntomas del herpes zóster.

Pero, si bien la mayoría de las personas se recupera por completo, algunas pueden experimentar mayores complicaciones. La más común es la neuralgia postherpética, un dolor neurálgico que persiste después de que la erupción se ha curado. Ese dolor puede durar de tres a seis meses; pero en algunos casos, puede persistir por más tiempo.

Según las estadísticas, esta complicación –neuralgia postherpética– suele ser más común y grave en personas mayores que en personas más jóvenes. Después de los 50 años, hasta un 30 por ciento de los pacientes con herpes zóster la desarrollarán.

Otras complicaciones también pueden incluir: cambios en la piel, infección de la erupción de la culebrilla, infección del nervio facial, complicaciones del sistema nervioso periférico y central y complicaciones cardiovasculares, entre otras derivaciones que impactan negativamente en la calidad de vida del paciente.

La vacuna

 

En consonancia con la aparición de la cartelería en la que se sugiere a todos los mayores de 50 vacunarse contra el herpes zóster, en voz baja, médicos de distintas especialidades, dejan entrever que en este caso en particular, “la información que circula en favor de la vacuna contra el herpes zóster, es promovida por la industria farmacológica y no por las autoridades de salud”.

En diálogo con el programa A la Vuelta (Radio 2), Matías Lahitte, infectólogo clínico, integrante del equipo de Salud Pública de la Municipalidad de Rosario, fue concreto:

“La vacuna que se está promocionando ahora, es una vacuna nueva recombinante (no tiene virus vivos atenuados) que tiene indicación en personas mayores de 18 años (sobre todo en mayores de 50) en ciertos y determinados casos. Se trata de una vacuna que no integra el calendario nacional de vacunación”.

El médico indicó que la vacuna está pensada para personas que, por su condición, tienen mayor posibilidad de desarrollar cuadros complejos o que tienen estos cuadros de manera recurrente. “En esos casos puntuales, la vacuna demostró eficacia para disminuir la posibilidad de tener episodios nuevos o recurrentes, así como la neuralgia postherpética”.

Sin embargo, remarcó que “al tratarse de una vacuna no incluida en el calendario, tiene que estar prescripta por un profesional y con cierta indicación. Por ser una vacuna recombinante (sin virus atenuados) está especialmente indicada para las personas inmunodeprimidas: pacientes oncohematológicos, con VIH, que deban ser sometidos a trasplante de médula o a algún tipo de quimioterapia, que tengan las defensas muy bajas. Ya que, a causa de esa inmunodeficiencia, son más proclives a contraer enfermedades ”.

Es decir que más allá de la puja del laboratorio para instalar la vacuna –cuyo costo oscila entre 30 mil y 40 mil pesos cada una de las dos dosis y se puede comprar en farmacias– hay que decir que “desde el punto de vista epidemiológico, no se considera que deba estar en el calendario de vacunación”, subrayó.

Al no estar incluida en el mencionado calendario, haber sido aprobada recientemente y estar indicada únicamente para casos especiales, los efectores de salud pública no disponen de la vacuna contra el herpes zóster.