El presidente de Uruguay Yamandú Orsi conversó con la prensa este domingo por la mañana, cuando salía de su hogar para ir a votar en las elecciones departamentales y municipales celebradas en el vecino país, y confesó que el exmandatario José “Pepe” Mujica, afectado por un cáncer de esófago en estado avanzado, “está mal”.

“Evidentemente está en un estado de salud que es delicado. Él no puede moverse y estamos todos tratando de cuidarlo y que no haga cosas que lo pueden perjudicar”, dijo más tarde Orsi en conferencia de prensa. En ese marco, no pasó desapercibido el hecho de que, por primera vez desde que fue liberado en 1985, el expresidente no concurrió a votar este domingo.

“Todos debemos aportar a que en todas nuestras etapas de la vida la dignidad sea la clave”, añadió el actual mandatario, y pidió: “No hay que enloquecerlo. Hay que dejarlo tranquilo”.

Yamandú Orsi, presidente de Uruguay.

Además, destacó que Mujica “sigue siendo muy útil para esas conversaciones de las que te traés un paquete de ideas y de sensibilidades que nos vienen muy bien”. “Estamos intentando todos tratar de cuidarlo”, señaló también Orsi, citado por el diario El Observador. 

En instancias electorales anteriores el exmandatario fue de los primeros en votar. En las últimas nacionales arribó a su mesa de votación en silla de ruedas y en el balotaje entró caminando, acompañado por su seguridad y con bastón. Sí asistió a votar este domingo su esposa y exvicepresidenta Lucía Topolansky, pero prefirió no dar declaraciones a la prensa.

La salud de Mujica


El expresidente de Uruguay habló en enero pasado sobre cómo sigue su salud luego de haber sido diagnosticado con cáncer de esófago, y en ese momento reveló que el tumor se expandió. “El cáncer en el esófago me está colonizando el hígado. No lo paro con nada. ¿Por qué? Porque soy un anciano y porque tengo dos enfermedades crónicas”, dijo.

Así, en una entrevista con el medio local Búsqueda, aseguró: “No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta”.

Tras ello, afirmó: “Lo que pido es que me dejen tranquilo. Que no me pidan más entrevistas ni nada más. Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso”.

El expresidente fue diagnosticado con cáncer de esófago en abril del año pasado y desde entonces se sometió a diferentes tratamientos e intervenciones. El más reciente fue en los últimos días de diciembre, cuando se le colocó un dispositivo que le permite alimentarse e hidratarse mejor.