Después de varias horas bajo alerta, los fenómenos meteorológicos comenzarán a mermar en las próximas horas aunque se mantendrá el tiempo inestable. El director de Defensa Civil municipal, Gonzalo Ratner, dijo que solo este jueves cayeron 80 milímetros en Rosario y si se suma lo del miércoles se alcanzaron los 145 milímetros en un día y medio.

“Fueron 145 milímetros en 36 horas que superan el promedio mensual de marzo que es de 130 milímetros”, indicó Ratner.

El funcionario dijo que “todos los distritos de Rosario” estuvieron afectados y los más perjudicados fueron “sectores con mayor vulnerabilidad donde el agua no drena porque está mas bajos que el entorno”.

El director de Defensa Civil también informó que hay cuadrillas trabajando en las calles porque todavía “queda mucha tarea operativa”.

El pronóstico

Rosario sigue bajo alerta por tormentas este jueves, luego del fuerte temporal del miércoles. Es otra jornada lluviosa, esta vez casi sin pausa y por momentos con chaparrones intensos. Sin embargo, el aire no refresca y pese a que la temperatura no está alta, la humedad vuelve todo muy pesado. Para el viernes se mantiene el pronóstico de precipitaciones y tormentas, ya sin carácter de alerta.

Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), a las 17 el termómetro marcaba 23 grados con "tormenta débil", humedad del ciento por ciento y la presión atmosférica todavía baja, en 1.005,3 hectopascales.

La previsión, con el alerta amarilla vigente, es de más precipitaciones y estas condiciones se mantendrían en la región hasta el lunes inclusive, sólo con algunos mejoramientos temporarios.

De concretarse el pronóstico, la temperatura se mantendrá estable estos días, entre 20 y 27 grados según la franja horaria. Y el panorama mejoraría recién el martes de la semana próxima.

Desde el último martes la ciudad renueva las alertas, luego de que ese día se instalara una densa atmósfera que elevó la sensación térmica a 46,6 grados en la ciudad. Hacia el cierre de la jornada el aviso trepó a naranja y antes de la medianoche y también a la madrugada hubo intensa actividad eléctrica, caída de granizo y abundantes precipitaciones sobre la ciudad y la región.

Desde entonces son jornadas de muchas lluvias, con anegamientos y otros inconvenientes urbanos tanto en Rosario como en otras localidades de la región.