Amanecía despacito en Rosario, con pilas de hojas secas sobre las veredas. El viento había despegado las hojas más resistentes al frío de los árboles callejeros. Estaba frío pero no tanto. Arriba, se iban acumulando nubes. Peor para el sol. 

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) indica la presencia de nubes y más nubes. A la tarde asoma un poco el sol. 

El viento se escucha más entre las hojas que aún persisten pegadas a las ramas. Llega desde el norte y amontona nubes.

El termómetro no está nada mal. Unos 12 grados antes de que aclare obligan a abrigarse. La temperatura máxima de 23 grados podría entibiar el aire si acompaña el sol.