En un giro inesperado en el debate sobre la existencia de Adán y Eva, los científicos encontraron evidencia que sugiere que el Jardín del Edén, descrito en la Biblia como el hogar de la primera pareja humana, podría haber sido real. Según la Biblia, Adán y Eva fueron creados por Dios y vivieron en el Jardín del Edén, un paraíso de abundancia y belleza.

La investigación, liderada por el profesor Eric Cline de la Universidad George Washington, sugiere que el Edén podría haber estado ubicado en Mesopotamia, una región que abarca partes de Siria, Turquía e Irak. Esta teoría se basa en la descripción bíblica de un río que fluye a través del Edén y se divide en cuatro afluentes: el Pisón, el Gihón, el Tigris y el Éufrates, según publicó el medio británico The Mirror.

Aunque la ubicación exacta de los ríos Pisón y Gihón sigue siendo un misterio, los expertos creen que la zona de Mesopotamia podría haber sido la cuna de la civilización. La domesticación de plantas y animales en esta región desencadenó la revolución neolítica hace entre 10.000 y 20.000 años, lo que permitió que los cazadores-recolectores se asentaran en sociedades agrícolas y dieran origen a las primeras comunidades humanas permanentes.

El profesor Cline afirma que la zona podría haberse convertido en un paraíso agrícola para los residentes locales tras la invención del riego durante el cuarto milenio antes de Cristo. Aunque la investigación no prueba la existencia de Adán y Eva, sugiere que la historia del Jardín del Edén podría tener raíces en la realidad histórica.

La teoría de que el Edén estuvo ubicado en Mesopotamia generó un renovado interés en el debate sobre la existencia de la primera pareja humana y la búsqueda de respuestas sobre nuestros orígenes comunes.