Santa Fe fue a la Corte Suprema nacional, pero con los tapones de punta. El gobernador Maximiliano Pullaro encabezó en Buenos Aires el reclamo por el déficit de la Caja de Jubilaciones ante el Gobierno Nacional, con respaldo institucional y una advertencia que resuena fuerte: “No vamos a regalar ni un centavo que le corresponde a los santafesinos”.

En medio del ajuste, Santa Fe se planta como una de las provincias con mayor equilibrio fiscal del país. Y eso no significa resignación. Pullaro insiste en que ser los “mejores alumnos” no puede ser motivo para dejarlos afuera del reparto. El reclamo tiene dos frentes: el stock de deuda acumulada, que Nación reconoce pero evita cuantificar, y el corte en los pagos mensuales desde enero de 2024, que incluso fue normado por un decreto del año pasado.

“No vinimos con un cuchillo en la garganta, pero sí con argumentos técnicos y políticos para exigir lo que nos corresponde”, señaló Pullaro al salir de la audiencia. Aunque reconoció un “clima de diálogo”, fue tajante: la cautelar ya está presentada y seguirán reclamando hasta el último centavo. Mientras tanto, equipos técnicos de ambas partes trabajan para acercar posturas en los próximos 15 días.

El gobernador también advirtió que esta disputa se enmarca en un escenario más amplio. La semana pasada, en el CFI, las 24 provincias del país impulsaron un proyecto para recuperar fondos retenidos en fideicomisos sin ejecución, que ahora podrían coparticiparse. Nación, por ahora, resiste: el vocero Adorni dejó entrever la posibilidad de vetar el proyecto si avanza en el Congreso.

Pullaro fue contundente: “Este proyecto no le toca ni un peso al Gobierno Nacional. Elimina fideicomisos que no ejecutaban y propone distribuir esos fondos según el índice de coparticipación. Sería un error vetarlo”.

Además, no esquivó el impacto de los últimos decretos del Ejecutivo, como el que obliga a organismos públicos a transformar excedentes en bonos. “Nación puede hacer lo que quiera con su superávit. Pero con la plata de Santa Fe, no”, afirmó.

En números concretos, la deuda que Nación mantiene con la provincia equivale a unas 1.500 rutas nuevas o 170 escuelas. “Tenemos planes, sabemos qué hacer con los recursos. Lo que no tenemos es voluntad de regalarle nada a nadie”, cerró Pullaro.

En un país acostumbrado a premiar al que más grita, Santa Fe apuesta a la firmeza serena, pero sin resignaciones. Y avanza con estrategia jurídica y política para que Nación empiece a saldar su deuda.