La empresa rosarina con trayectoria en el real estate, Pascual Construcciones, está detrás del icónico edificio Howo, un proyecto que redefine los límites entre arte, arquitectura y negocio inmobiliario en Rosario. En diálogo con Ecos365, los hermanos que hoy están al frente de la firma, aseguran haber fusionado el concepto de Airbnb y el arte urbano en un edifico que nada le envidia a una galería de arte y pone primera en una zona clave de la ciudad. Incluso, la visión detrás de este proyecto es extender su singularidad como un sello propio de la marca Pascual.

Si bien el arte es un elemento presente en los desarrollos de Pascual Construcciones desde 2015, se convirtió en el factor distintivo de Howo. Según describen sus impulsores, este emprendimiento inmobiliario no solo tenía como objetivo crear un espacio para alquilar transitoriamente, sino convertirse en una obra de arte habitable.

“Vimos qué se estaba haciendo en el mundo con los alquileres temporarios y lo que nos dimos cuenta era que había que generar un proyecto único. Pensamos el concepto, la forma de uso, qué amenities y qué partes deberían componerlo, a diferencia de lo que pasa en un edificio de vivienda tradicional”, describe a este medio Gonzalo Pascual y agrega que en esta oportunidad la novedad es que el arte se convirtió en la columna vertebral del proyecto.

El edificio Howo, único en el país con estas características, está ubicado en San Lorenzo 1300 y alberga en sus ocho pisos once murales que convierten la estructura en un ícono sin precedentes en Argentina. “Lo transformamos en una galería de arte. Por un lado, está plateado sobre la base del primer concurso de muralistas. No descartamos que haya otros. Lo que sí estamos seguros que el arte va a seguir estando presente en nuestras propuestas”, amplía Gonzalo.

La intención era clara: diferenciar este edificio de departamentos, no solo en términos inmobiliarios sino también a nivel de experiencia para sus futuros ocupantes. El reconocido artista Milo Lockett, fue uno de los jueces del certamen para distinguir a los artistas elegidos para plasmar sus obras en Howo. La convocatoria atrajo a más de 200 participantes del país y el extranjero, y Nicolás Valeiras, oriundo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se destacó como el ganador del concurso.

En esa línea, Milo tampoco escatimó elogios para el proyecto y su proyección en la ciudad. "Rosario siempre fue una ciudad icónica, siempre irrumpió, no solo desde el arte, sino desde la arquitectura". Me parece que nosotros tenemos que empezar a mirar qué es lo que va a venir y cómo vamos a pensar la arquitectura de Rosario", comentó Lockett a Ecos365, en la ceremonia de premiación.

Respecto de la relación entre la empresa rosarina y Milo Lockett, hay planes para el futuro. "Estamos charlando de qué manera trabajar el arte aplicado, que no sea sólo el muralismo, la parte del arte que esté en nuestros proyectos, sino buscar la manera de que el proyecto arranque en un concepto artístico y luego se transforme en un concepto inmobiliario", redobla la apuesta Pascual.

En un mercado inmobiliario que replica las mismas propuestas, Pascual destaca la importancia de ir más allá de las ofertas convencionales, buscando impactar a través del arte y de una experiencia única tanto para los inversores, como para los compradores. "Es un edificio muy fotogénico para ser vendido y comercializado a través de internet. El proyecto está vendido en un 85%. Lo venimos comercializando y la verdad que ha sido un éxito.”

“Es un edificio que está desde la génesis pensado para el alquiler temporal. En Rosario hay muchos alquileres temporales, pero acá desde la cuestión de tecnología, la arquitectura está todo pensado y orientado para eso”, describe Fernando Pascual y suma que un usuario final lo puede usar para alquilarlo en modo tradicional o lo puede alquilar a través de las plataformas del estilo Airbnb. Además señala que va a haber una aplicación pensada para eso para gestionar una unidad propia desde cualquier parte del mundo.

No obstante, hay tradiciones de las que eligen no despegarse. Para el futuro inmediato, la firma está comenzando un desarrollo inmobiliario en Balcarce y San Juan, que ya tiene nombre, Mérida. “Todos nuestros proyectos tienen nombres de ciudades o provincias españolas, en homenaje a mi padre madrileño, el fundador de lo que hoy somos”, cuentan con orgullo sus predesesores.