Agricultores Federados Argentinos (AFA) inauguró ayer uan vanguardista Planta de Biológicos en el Parque Industrial Comirsa de Ramallo. El evento, que congregó a cerca de 200 personas, contó con la presencia de figuras clave del ámbito político y cooperativo.
Con una inversión de 6 millones de dólares, esta flamante instalación, bajo la marca BioAFA, representa un hito trascendental para la cooperativa más grande del país y un paso firme hacia una agricultura más sostenible y regenerativa en Argentina.
Esta nueva planta se suma a la infraestructura ya existente de AFA en el mismo parque industrial, donde hace más de una década opera una planta de productos químicos.
La expansión no se detiene aquí; la cooperativa también anunció la ampliación de esta última unidad, lo que permitirá incrementar significativamente la producción de químicos en los próximos meses, no solo para AFA, sino también para otras empresas del sector.
“BioAFA no solo fortalece la estrategia de la cooperativa en biológicos, sino que posiciona a nuestros productores a la vanguardia de la bioeconomía. BioAFA representa una inversión estratégica en biotecnología aplicada al campo argentino. Este lugar es más que una fábrica: es una apuesta al futuro de la agricultura”, indicó Darío Marinozzi, presidente de AFA y productor agropecuario santafesino.
La planta: infraestructura de primer nivel
La moderna planta cuenta con cuatro estaciones estratégicamente diseñadas para una producción eficiente y sostenible: una sala de servicio, un laboratorio de producción, una sala de envasado y un depósito y almacenamiento.
BioAFA se especializará en la producción de insumos microbianos. Destacará la formulación integral de sus tradicionales inoculantes biológicos para soja, trigo y maíz, bajo la marca Fidemax.
Además, producirá biofertilizantes que mejoran la disponibilidad de nutrientes, promotores del crecimiento vegetal (PGPR), controladores biológicos con acción preventiva sobre enfermedades del suelo y bioestimulantes.
En una primera etapa, AFA proyecta abastecer más de 1,5 millones de hectáreas, con planes de sumar nuevos productos a su paleta de biológicos. La visión es clara: favorecer la “nueva era” que plantea la agricultura moderna, pregonando una administración complementaria entre sistemas biológicos y químicos.
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