Un hombre de 32 años, identificado como Sebastián Ezequiel “Chopi” González, fue condenado este miércoles a 15 años de prisión tras ser hallado culpable de disparar contra dos jóvenes en marzo de 2021, en un hecho que terminó con un chico muerto y otro gravemente herido en barrio Nuevo Alberdi, en el extremo norte de Rosario.
La pena impuesta por el tribunal integrado por los jueces Nicolás Vico Gimena, Silvia Castelli y Valeria Pedrana fue apenas inferior a la que había solicitado el fiscal Lisandro Artacho, quien había pedido 18 años. Durante el juicio, Artacho presentó a González como integrante de un clan conocido como Los Tuercas, dedicado al transporte y también bajo sospecha de maniobras ilícitas con vehículos y camiones.
El ataque ocurrió al mediodía del 12 de marzo de 2021, en la zona de Polledo y Oncativo. Francisco Antonio Olivera, de 22 años, iba en moto junto con Jonatan, de 14, cuando desde un auto gris les dispararon al menos cinco veces. La balacera se produjo a metros de la casa de Olivera, cuyos familiares presenciaron la escena. El joven murió en el lugar y el adolescente sobrevivió con heridas graves.
“No se trató de un impulso. Fue una acción premeditada, ejecutada con dominio pleno de la situación y con el claro propósito de matar”, sostuvo el fiscal en su alegato final ante los jueces.
“Chopi” González fue señalado desde el inicio como el autor de los disparos, con base en los testimonios de testigos presenciales. Sin embargo, no fue detenido hasta abril de 2022, cuando cayó en un operativo de la entonces Agencia de Investigación Criminal en Villa del Parque al 3000. Desde entonces está preso.
Durante la pesquisa también fue detenido A. G., otro ocupante del auto desde el que se disparó. Pasó dos meses con prisión preventiva, pero luego fue desvinculado por falta de pruebas que indicaran que tenía control sobre la situación.
La defensa de González intentó desligarlo con una coartada que lo ubicaba fuera de Rosario en el momento del ataque, pero el tribunal consideró que no era verosímil.
Finalmente, los jueces lo condenaron a 15 años de prisión efectiva por homicidio simple en concurso ideal con homicidio simple en grado de tentativa, ambos agravados por el uso de arma de fuego, y en concurso real con portación ilegítima de arma de fuego de guerra.
Según pudo saber Rosario3, en el juicio no se estableció un móvil concreto que explicara la conducta homicida.