El policía de la Brigada Motorizada Lucas Brest (33) fue condenado este miércoles a la pena de 3 años de prisión de ejecución condicional por haber participado hace siete meses en un operativo ilegal que hizo junto con un grupo de policías en la casa de un joven motociclista que había sido demorado por no tener DNI en el barrio República de la Sexta.
En paralelo, Pablo Socca, fiscal a cargo de la investigación, imputó en este jueves en la misma carpeta judicial al subcomisario Nicolás M., por entonces superior de servicio de la Motorizada al momento de los hechos, y a otros dos uniformados.
De acuerdo al juicio abreviado que aceptó Brest, producto de un acuerdo entre la defensa y el fiscal –que fue homologado por el juez Rafael Coria–, el agente recibió también una inhabilitación especial para ejercer cargos públicos por el plazo de 10 años. Además, debió depositar una suma de 5 millones de pesos en concepto de reparación económica a la víctima.
Por el mismo legajo, Socca imputó este jueves a tres policías más por el operativo ilegal: el subcomisario Nicolás Meyer, que al momento del procedimiento era superior de servicio de la policía motorizada, y los agentes Félix V. y Gabriel F.
El subcomisario, el único de los tres policías que llegó en condición de detenido a la audiencia, fue acusado de haber estado en la escena, donde supuestamente dio instrucciones de cómo ocultar los delitos cometidos por sus subalternos –robo de dinero, de elementos de estética y un parlante– y cómo hacer para incriminar al motociclista que era víctima del allanamiento ilegal.
Por su parte, a Félix V. se le atribuyó haber participado en la plantación de un revólver para incriminar a la víctima con el objetivo de justificar el procedimiento. El arma había sido encontrada en otro domicilio en el que entraron de manera ilegal en medio de la persecución al motociclista, cuyo dueño de casa ni siquiera fue aprehendido por la tenencia ilegítima de arma de fuego.
En el caso del policía Gabriel F., el fiscal le atribuyó haber realizado declaraciones falsas que fueron incluidas en el acta del procedimiento para darle validez al acto ilegal.
Otro policía, llamado Bernardino Fernández, que fue imputado en diciembre por este hecho y está en prisión preventiva, ahora se le amplió la imputación respecto de la plantación del arma al motociclista. Al igual que a Félix V., se lo sindicó de haber robado el revólver calibre .38 de una casa en la que entraron de manera ilegal en medio del operativo dirigido al motociclista y no haber detenido al verdadero dueño del arma.
El suboficial Brest, que se acogió al juicio abreviado y recuperó la libertad, fue acusado en diciembre junto con sus colegas Bernardino Fernández, Julián Márquez y Matías Ovando, a quienes ahora la jueza Aguirre les extendió el plazo de prisión preventiva en la audiencia de revisión cautelar. En la jornada además se ventilaron las sospechas sobre los otros tres uniformados que quedaron en libertad, aunque con formación de causa.
La causa se nutrió de diversas evidencias, entre ellas un cúmulo de escuchas a policías del mismo tercio que los involucrados, que revelaron detalles del accionar delincuencial de los policías involucrados al día siguiente de que los policías Brest, Ovando y Márquez fueran arrestados. "Era sabido", dice sobre esas detenciones un uniformado cuyo teléfono se encontraba pinchado por otra causa.
Y agrega: “Esto iba a llegar. Todas las guardias están llevando plata, droga, cosas. Les va a salir bien hasta que les sale mal, y esta vez les salió mal”.