Por el asesinato de Matías Oroño, un joven que tenía problemas de drogadicción, un tribunal condenó a 21 años de prisión a Fernando “Nando” Lagrú, un hombre vinculado con la venta de estupefacientes en el barrio Stella Maris. A su vez, los jueces absolvieron por el beneficio de la duda a Pablo Soto, quien había llegado a juicio como el instigador del crimen, ya que era el encargado de regentear el búnker donde la víctima solía comprar cocaína.
Oroño tenía 25 años y, según contaron familiares, una severa adicción a la cocaína lo tenía a maltraer, además de haberle arrancado los sueños de ser futbolista. La noche en que lo mataron, el 18 de septiembre de 2021, había ido hasta la "transera" del barrio sin dinero, intentando que le fiaran una dosis.
“Mi hermano pudo haber sido un buen jugador de fútbol, pero la droga lo perdió. Hacía ocho meses que estaba en rehabilitación”, dijo en su momento la hermana de la víctima.
Y agregó que esa noche Matías “salió a buscar droga. No tenía plata. Fue a que le fiaran. Él no era de drogarse y quedar tirado. Venía y se quedaba en la casa. Se ve que el que vendía no le quiso fiar, llamó a los que lo protegen y llegaron dos en moto: «Vos pagá lo que debés y dejate de joder», le dijeron, y le pegaron cinco balazos. Herido, corrió dos cuadras y cayó agonizante a la vuelta de mi casa. Lo llevamos al Heca, pero no pudieron hacer nada”.
El caso tuvo un largo devenir judicial hasta que, el 20 de enero pasado, llegó a juicio oral con Fernando Germán “Nando” Lagrú (37) acusado como autor material y Pablo Alejandro Soto (33) como instigador, ya que, según la investigación, era el encargado de la boca de expendio de Acevedo al 1200 bis, donde la víctima solía comprar estupefacientes.
“Toda muerte es injusta. Pero la de Matías es, además, inexplicable. Todos los familiares sufrientes merecen una explicación. Pero la familia de Matías, además de merecerla, la buscaron”, se escuchó en el juicio, donde hubo varios testigos del barrio (algunos de identidad reservada, para evitar represalias), investigadores y hasta de imputados que ya fueron condenados.
Durante el debate, la fiscal Georgina Pairola les atribuyó a Lagrú y a Soto el homicidio cometido el 18 de septiembre de 2021, entre las 3:00 y las 3:30, en Manuel Acevedo y Juan B. Justo, en el noroeste rosarino.
Según la teoría fiscal, Lisandro Vega –ya condenado como partícipe primario a 12 años de prisión– manejó la motocicleta desde la cual “Nando” Lagrú efectuó los disparos que acabaron con la vida de Matías Oroño, quien esa noche había ido hasta la "transera" del barrio sin dinero, intentando que le fiaran una dosis.
El móvil del hecho tendría relación con una deuda que la víctima mantenía con Soto.
De acuerdo con la investigación, hubo una discusión y una mujer, identificada como Patricia Villarreal, le gritó que pagara lo que debía. Según trascendió, eran unos 500 pesos.
La "transera" Villarreal ya fue condenada. Según la investigación, fue quien alertó a su pareja, Soto, sobre la presencia de Oroño. Luego, Soto habría avisado a los "soldaditos" Lagrú y Vega para que cometieran el homicidio.
Absolución
Lo cierto es que Soto fue acusado como instigador del crimen de Oroño. La Fiscalía había solicitado 25 años de prisión, pero el tribunal lo absolvió por el estricto beneficio de la duda.
Sin embargo, los jueces lo hallaron responsable del delito de amenazas coactivas. El 28 de agosto de 2021 –20 días antes del crimen– se presentó en la vivienda de José Maradona al 1000 bis y amenazó a la familia de Matías, porque la madre del joven le había preguntado si había empeñado su bicicleta a cambio de droga.
“Tu mamá quiere llamar a la policía y, si ella llama a la policía, yo hago desaparecer a tu hermano”, le dijo a una hermana de Oroño.
Finalmente, lo condenaron a 3 años y 8 meses de prisión efectiva y fue declarado reincidente. Actualmente, se encuentra a cinco meses de cumplir la pena.
Lagrú también fue condenado por la portación del arma usada para cometer el crimen y por la tenencia de una Bersa Thunder .40 con 13 municiones, que fue incautada por la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en Franklin al 7900. Asimismo, se le imputó el encubrimiento de dos motos robadas que fueron secuestradas cuando fue detenido el 22 de diciembre de 2021.