El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, explicó junto a un ministro de manera curiosa el recorte de presupuesto a la educación. El anuncio de que se reducirá un 3,4% el dinero destinado a las universidades nacionales se hizo con 100 barritas de chocolate sobre el escritorio. 

"Nosotros estamos pidiendo sacar simplemente tres chocolatines de esos 100 chocolates, tres y medio. Los dejamos para poder comerlos después de septiembre", argumentó el ministro de educación Abraham Weintraub.

Pero eso no fue todo. Una vez que había separado tres chocolates, tuvo que partir un cuarto y se complicó. Allí intervino el presidente Bolsonaro, quien se tentó ante la oferta dulce en la mesa y se comió la mitad del chocolate partido.