Un equipo de investigadores de la Universidad Tongji de Shanghái utilizó datos de los satélites Gravity Recovery And Climate Experiment (GRACE) y GRACE Follow-On de la Nasa para rastrear los cambios en la capa de hielo de la Antártida durante más de dos décadas. Los resultados muestran que, entre 2002 y 2020 hubo una pérdida sustancial de hielo en el continente, pero entre 2021 y 2023, la Antártida ganó hielo a un ritmo promedio de aproximadamente 119.000 millones de toneladas al año.
Según el estudio publicado en la revista Science China Earth Sciences, esta recuperación se debe a una anomalía que provocó un aumento de las precipitaciones en la región, lo que llevó a la formación de más hielo. Sin embargo, este es considerado temporal y no indica una reversión del calentamiento global.
Scientists are using Krypton-81 to precisely date ancient Antarctic ice—unlocking insights into past climate and Earth’s deep freeze history.https://t.co/zXvmj0VlpM
— Antarctic News (@AntarcticaNews) May 27, 2025
"En un clima más cálido, la atmósfera puede retener más humedad, lo que aumenta la probabilidad de fenómenos meteorológicos extremos, como las fuertes nevadas que causaron el reciente aumento de masa en la Antártida Oriental", explicó Tom Slater, investigador en ciencias ambientales de la Universidad de Northumbria.
A pesar de este aumento temporal, la tendencia a largo plazo sigue siendo de pérdida de hielo en la Antártida. Los científicos advierten que el derretimiento de la capa de hielo antártica puede tener graves consecuencias para el aumento del nivel del mar y el clima global.