A 47 años del desmantelamiento de la Quinta Funes como Centro clandestino de detención (CCD) de la última dictadura cívico militar y ocho de la expropiación del inmueble, la provincia anunciará las obras de preservación de los espacios con valor histórico, además de la construcción de oficinas, medidas de seguridad y un anfiteatro sobre la ruta 9 y diagonal San José.
El acto oficial del gobierno de Santa Fe se hará en ese predio de la localidad vecina a Rosario el próximo domingo 23 de marzo con la presencia de Maximiliano Pullaro. En la previa al Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, se anunciarán los pliegos para los trabajos que se prometen iniciar este mismo año.
Ramón Verón, ex preso político de la dictadura genocida y actual director provincial de Memoria Democrática, adelantó a Rosario3 que las obras pueden dividirse en tres planos. Una intervención sobre el área con valor histórico, es decir el chalet principal que usaba la patota del Ejército, el vestuario junto a la pileta, el quincho o zona de la imprenta y la casa trasera donde estaban los detenidos.
En segundo lugar, la creación de un anfiteatro para 80 personas en el parque arbolado de dos hectáreas. También se modificará un galpón, que fue construido por los dueños de la quinta posteriores a los crímenes de lesa humanidad, y se montarán oficinas y un Sum.
“El anteproyecto fue presentado en diciembre y el Ministerio de Obras Públicas de Santa Fe tomó al tema como una actividad propia. Gracias a eso el plan ya está muy avanzado, con los pliegos para llamar a licitación. Eso es lo que vamos a presentar el 23 de marzo, en un acto oficial con la presencia del gobernador en la Quinta de Funes. Es la primera vez que viene un gobernador a este lugar”, confirmó Verón.
El funcionario, con experiencia en el área en la gestión anterior de Miguel Lifschitz, visitó el ex CCD el jueves pasado y coordinó con los integrantes de la Mesa Promotora los alcances del acto del 23 y las intervenciones.
Ese espacio formado por vecinos de Funes y militantes de los derechos humanos empuja, desde el año pasado, el reclamo para preservar el lugar y convertirlo en un sitio de memoria con actividades. En diálogo con Rosario3 resumieron su objetivo: “Sacar al predio del abandono en el que está desde que fue expropiado por la provincia en 2017”.
“En los años que pasaron hubo algunos intentos, como el proyecto de la «Universidad de los Valores», pero no prosperó. En concreto, no se hizo nada y mientras tanto el lugar fue vandalizado porque el parque es grande e ingresan personas por los cercos del costado”, lamentó Lautaro D’Anna, integrante del equipo junto a Milena Romano, Alejandro Geliberti, Daniel Barrios y Marcelo Diez, entre otros.

Las obras tienen entonces un doble objetivo. Detener el deterioro del espacio con valor histórico, ocuparlo y dotarlo de seguridad. Aprovechar el predio de dos hectáreas para generar actividades y políticas de memoria, verdad y justicia, también ligadas a la educación, la cultura e incluso el área de Ambiente.
Las distintas dimensiones de las obras se explican en la historia particular del lugar. Entre septiembre de 1977 y enero de 1978, la quinta funcionó como un centro clandestino por donde pasaron 17 prisioneros. Estaba en la órbita del II Cuerpo del Ejército pero no era un espacio de tortura ni de detenciones masivas. Fue la sede de un proyecto alucinado del general Leopoldo Galtieri, por entonces jefe militar de la región, para infiltrar a la cúpula de Montoneros que estaba en México.
Tras el fracaso de ese plan de inteligencia (conocido como “Operación México”, con varios libros y películas que recuperan esa trama), la casa fue desmantelada. Los secuestrados fueron trasladados a la Escuela Magnasco y después al CCD "La Intermedia", donde fueron asesinados y sus cuerpos desaparecidos. Los hechos denunciados en la quinta fueron juzgados en cuatro causas por delitos de lesa humanidad (Guerrieri I al IV). En el último proceso de 2023, el Tribunal Oral Federal 1 de Rosario condenó a prisión perpetua a 16 ex militares, ex policías y civiles.
Jaime Dri, sobreviviente del lugar, declaró varias veces ante la Justicia y llegó a hablar con la Mesa Promotora de la Quinta de Funes el año pasado. Quedaron en profundizar ese vínculo pero Dri, cuyo testimonio Miguel Bonasso convirtió en el clásico “Recuerdo de la muerte”, falleció a principios de este mes en Panamá.
Las intervenciones
Verón afirmó que “el propósito de las obras es poner en valor este lugar que es importante para los funenses y la región”. “No como algo exclusivo, solo de la memoria. Atrás hay un galpón de 400 metros cuadrados que no tiene nada que ver con los hechos históricos de 1977 y 1978, es una obra que hizo el último dueño, la familia Ferroni”, explicó.
“Una etapa del anteproyecto es intervenir fuertemente en el Galpón. Va a ser oficina, con depósito, baños, una dársena importante atrás en la calle posterior que es José Ingeniero. Habrá otra dársena en el frente, hacia ruta 9, con columna de luces y seguridad perimetral. También un anfiteatro natural para 80 personas que va a ser montado en un claro de la parte de adelante”, precisó el director provincial.
“El inmueble –continuó– se va a preservar como monumento histórico: la casona que frecuentaba la oficialidad del Ejército argentino, entre ellos Leopoldo Galtieri y Luciano Jauregui. Eso incluye la imprenta, que es un quincho, también el vestuario que está al lado de la pileta y lo más importante que es donde estaban alojados los 17 prisioneros, que es la casita más chica que está atrás de esto. La idea es que se pueda hacer un recorrido por esos lugares”.

Avances y retrocesos
Si bien habrá un trabajo de revisar los distintos espacios con especialistas en busca de huellas y marcas históricas, los últimos años de abandono y las décadas de uso privado reducen las expectativas de hallazgos reveladores. Recién en 2016, se produjo la señalización del lugar como Sitio de Memoria y el año siguiente se concretó la expropiación del inmueble al privado. Ocho años después, tras el abandono, la destrucción y hasta el incendio de una zona, se retomarán las iniciativas y el anuncio de obras.
“Estamos en otro tiempo respecto a la historia y a la memoria. Todos fuimos acomodando este interés por mantenerla la memoria, que no se debe perder y que debe involucrar a las generaciones nuevas. Es un tiempo que me parece que es propio de la humanidad. Hace poco desde la Secretaría de Derechos Humanos y con otros colectivos hicimos una actividad con una historiadora y científica política de Noruega. Ellos recién ahora están hablando de la resistencia en Noruega, de los civiles, de los pueblos originarios en la Segunda guerra mundial, y se cumplieron 80 años de aquello”, dijo.
“En Argentina vamos a cumplir 50 años de la última dictadura (en 2026). Me parece que la humanidad sigue transitando esta cuestión de la memoria y de la historia con todos estos altos y bajos. No nos deben acobardar las políticas regresivas porque siempre las hubo”, reflexionó.
Diferencias con las políticas nacionales
El funcionario y ex preso político (fue secuestrado junto a su compañera Hilda Cardozo el 13 de mayo de 1978 y llevado al centro clandestino de la Fábrica Militar de Armas Domingo Matheu de Rosario; ella fue desaparecida) marcó distancias con los discursos y políticas negacionistas del gobierno nacional.
“También hubo políticas regresivas con Malvinas en algún momento y hoy está instalado como algo importante de poder hablar. Creo que estas obras son un ejemplo de una política clara del gobierno provincial y de esta secretaría de Derechos Humanos en particular, que no solo hace memoria, sino nosotros tenemos un montón de actividades”, analizó.
“Es una forma de diferenciarnos. Y acá no se trata de confrontar. La sociedad es la que tiene que dar el dictamen final. Decir: «Bueno, sí, esto está bien, esto es verdad, esto pasó». Porque nos ocurre y nos ocurrió con los nietos que buscábamos. Primero era una mentira, una gran mentira y ya vamos por 139 recuperados. Entonces me parece que la humanidad necesita estos tiempos, desgraciadamente son esos los tiempos”, agregó.

Al margen de los cambios a nivel nacional o de las políticas macro, la construcción no siempre es de arriba hacia abajo. Más bien al contrario. Fue justamente en 2024 cuando se logró constituir una Mesa Promotora de la Quinta de Funes que logró sentar al gobierno provincial y al municipal (que asumió el mantenimiento del predio) con los vecinos.
“Sí, claro, la mesa se formó el año pasado y siguen generando cosas. Son personas vinculadas a lo sensible del tema pero no víctimas afectadas directamente, como podría yo autorreferenciarme y decir que tengo a mi mujer desaparecida, tuve a mi papá preso, a mi hermano y un montón de amigos. Ellos también tienen amigos y parientes y son de este mundo, son de este país, son de esta sociedad”, definió.
Proyección y recorrida
La Mesa Promotora coordina encuentros y visitas a la Quinta en este mes de la memoria. Este sábado 15, a las 18, se proyectará el documental "Tres Cosas Básicas" en el Sitio de Memoria de ruta 9 y San José.
El documental de 2023, dirigido por Francisco Matiozzi Molinas, pone su atención en el secuestro de Tucho Valenzuela y su compañera Raquel Negro y en la “Operación México”. Son voces que enhebran un relato conmovedor y contundente.
“A 49 años del genocidio, nos juntamos- reflexionamos- nos organizamos para gritar ¡Nunca más!”, señalaron en la invitación. Antes del documental, a las 17, habrá una recorrida por el lugar y mateada.