La tormenta, que comenzó poco después de la medianoche, como era previsto, dejó un tendal de reclamos, con epicentro en la zona céntrica, sobre todo por la caída de árboles y ramas.

Protección Civil registró ráfagas de viento de hasta 80 kilómetros por hora, y la abundante caída de agua durante muchas horas generó consecuencias de consideración, aunque confirmaron que “la ciudad ya no se encuentra bajo alerta por tormentas”.

Durante las horas que llevó la abundante caída de lluvia se midió 57,2 milímetros de agua caída. Esto fue más de lo que llovió en los primeros tres días de marzo (21 milímetros).

Hasta el mediodía del sábado fueron unos 190 reportes de incidencias, de los cuales la mayoría fueron árboles o ramas con riesgo (134). También hubo reportes de muchas columnas caídas (35) y cables (15), y se volaron tres techos de viviendas. Pero se esperaba que los llamados por más consecuencias de la tormenta aumenten con el correr de las horas.

El reporte indica que hubo dos zonas con anegamiento, una en el centro y otra en el sudoeste. Como sucede en tiempos de mucha tormenta en pocas horas, el centro fue el lugar de mayores incidencias. Le siguieron el sur y el sudoeste de la ciudad.

Los reclamos pueden realizarse al 103 o al Munibot, el sistema de mensajería que toma el registro de los reclamos.