Celebridades, artistas y referentes se encontraron este lunes en la alfombra roja del Instituto del Vestido del Museo Metropolitano. La Met Gala 2024 tuvo como temática: Sleeping Beauties, Reawakening Fashion (Bellas durmientes: el redespertar de la moda). Hubo flores, estampas y hasta un vestido de arena que dio que hablar en redes sociales. 

El dress code del evento estuvo inspirado en "El jardín del tiempo", un relato corto escrito en 1962 por el autor británico J. G. Ballard, es por eso que Olivier Rousteing, director creativo de Balmain se inspiró en lo efímero y rompiendo con lo esperado, creó un particular vestido que lució la cantante Tyla. 

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“La inspiración detrás de esta creación surgió del deseo de redefinir los límites y transformar un material transitorio en una obra maestra eterna”, le explicó a Vogue el creador y señaló que “la idea de esculpir una prenda a partir de algo tan efímero como la arena encendió mi imaginación, y no podría estar más contento con el resultado final”. 

El vestido era una escultura y fue confeccionado con tres colores de arena, mezclado con tachuelas de microcristal que generaba destellos brillantes cuando la artista giraba. Casi el único movimiento que pudo realizar en toda la noche ya que al ser tan ajustado al cuerpo, Tyla estuvo imposibilitada de subir las escaleras y debió ser transportada por un hombre que la alzó en sus brazos. 

Ese gesto instaló una polémica en redes sociales. ¿Es arte o cosificación del cuerpo femenido? desde la cuenta “Mujeres que no fueron tapa”, señalaron que las imágenes de Tyla no hacen más que “convertirnos en objetos lindos a la vista”. 

“Ser objetos portables, no respirar, mutilarnos, ser casi estatuas, muñecas es muy del orden del retroceso que estamos viviendo en este momento en todo el mundo. Y una vez más son las mujeres más visibles, que ganan dinero con esto pero también construyen imaginarios”, agregaron. 

Desde la cuenta que busca romper con estereotipos y mandatos llamaron a una reflexión: “¿Quiénes son nuestras maestras? Las hay privadas y públicas. Enseñan una feminidad cosificada y sumisa y tienen beneficios por hacerlo. Son cómplices en la estafa piramidal de la construcción de la feminidad sumisa”.