Donald Trump comenzó su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos firmando una serie de resoluciones ejecutivas que, entre muchas otras medidas, impulsan una reducción del gasto público mediante la suspensión de préstamos, subvenciones y ayudas. La Casa Blanca dio un paso en ese sentido esta semana, al enviar una instrucción a todos los departamentos y agencias de la Administración federal para que congelen sus desembolsos mientras se los somete a un análisis.

En ese marco, Trump tomó la decisión de detener también el envío de medicamentos contra el VIH, la malaria y la tuberculosis, así como anticonceptivos y suministros de salud materno-infantil destinados a países de ingresos medios y bajos. Esto forma parte de una orden para detener la ejecución de partidas estatales de cientos de miles de millones –o incluso billones– de dólares en términos anuales.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó por el impacto que tendrá esta medida, explicando que "gracias a estos proyectos más de 30 millones de personas en todo el mundo pueden acceder a tratamientos contra el VIH que salvan vidas".

A su vez, la OMS advirtió que "medidas como esta, si se prolongan en el tiempo, podrían provocar un aumento en las nuevas infecciones y en los fallecimientos". Durante sus primeras horas de regreso en la Casa Blanca, Trump firmó una orden ejecutiva para iniciar el proceso de desvinculación de Estados Unidos de la organización, la segunda ocasión en la que impulsa esto.

La OMS advirtió que medidas como esta pueden provocar un aumento en las infecciones y fallecimientos.

El organismo sanitario internacional explicó que el Plan de Emergencia del Presidente de EE.UU. para el Alivio del Sida (Pepfar) surgió como una iniciativa de la respuesta mundial al VIH desde su establecimiento hace más de 20 años. "La pausa actual en la financiación del Pepfar tendrá consecuencias directas en millones de vidas que dependen del suministro de tratamientos antirretrovíricos seguros y eficaces", aseguró.

La instrucción difundida por el director interino de la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB), Matthew Vaeth, ordena a las agencias federales a pausar temporalmente "todas las actividades relacionadas con la obligación o el desembolso de toda la asistencia financiera federal".

"El uso de recursos federales para promover la equidad marxista, la transexualidad y las políticas de ingeniería social del nuevo pacto verde es un despilfarro del dinero de los contribuyentes que no mejora la vida cotidiana de aquellos a quienes servimos", plantea el memorando.

El martes, contratistas y socios que trabajan con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) empezaron a recibir estos memorandos para dejar de trabajar inmediatamente, según informó Reuters.

Atul Gawande, ex jefe de salud global de Usaid –y que dejó la agencia este mes–, aseguró que otros socios también recibieron notificaciones que significaban que no podrían entregar medicamentos a las clínicas aunque los tengan en stock, o abrir las clínicas si están financiadas por Estados Unidos. Eso incluye organizaciones que trabajan con 6,5 millones de huérfanos y niños vulnerables con VIH en 23 países, indicó.

Donald Trump firmó una orden para detener la ejecución de préstamos, subvenciones y ayudas estatales.

Entre los destinatarios de los desembolsos federales están las administraciones estatales y locales, que reciben asistencia para programas que van desde financiamiento de la educación y el transporte hasta préstamos a pequeñas empresas.

El congresista Charles Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado, cuestionó mediante su cuenta de la red social X la decisión del mandatario republicano de cortar "fondos vitales". "El Congreso aprobó estas inversiones y no son opcionales, son la ley. Estas subvenciones ayudan a comunidades de Estados rojos (republicanos) y azules (demócratas) y apoyan a las familias, ayudan a los padres a criar a sus hijos y conducen a comunidades más fuertes", añadió el senador.

La instrucción presidencial indica que "cada agencia debe completar un análisis exhaustivo de todos sus programas de ayuda financiera federal" para garantizar que no vayan en contra de ninguna orden ejecutiva, mientra. que, "en la medida en que lo permita la legislación aplicable" se "deben suspender temporalmente todas las actividades relacionadas con la obligación o el desembolso de toda la asistencia financiera federal".

Estados Unidos desembolsó 72.000 millones de dólares en ayuda durante 2023, y proporcionó el 42% de toda la ayuda humanitaria registrada por las Naciones Unidas en 2024.