Desde que el coronavirus comenzó a expandirse por el mundo, el aluvión informativo sobre las formas de contagio y los medios para prevenirlo colmaron los medios de comunicación. En las últimas semanas, las sugerencias en torno a quiénes y en qué ocasiones deben usar barbijo dispararon, en el marco de la pandemia, nuevas discusiones. Sin embargo, por ahora –es el plazo con que se maneja la ciencia– sigue sin recomendarse su utilización masiva.

Nadie puede obviar la experiencia china en materia de salud, en especial en relación con el coronavirus, ya que fueron los primeros en enfrentar la propagación del covid-19 en febrero pasado. Por eso, las declaraciones del científico chino que lideró la respuesta sanitaria al problema, George Gao, referidas al uso de barbijos, volvió a poner el debate sobre la mesa.

“Es un gran error no utilizar mascarillas –dijo Gao–, ya que pueden evitar nuevos contagios. El gran error en los Estados Unidos y Europa, en mi opinión, es que las personas no usan mascarillas. Este virus se transmite por gotitas y contacto cercano. Las gotas juegan un papel muy importante".

Y añadió: "Tenés que usar una mascarilla, porque cuando hablás siempre salen gotas de tu boca. Muchas personas tienen infecciones asintomáticas o presintomáticas. Si se usan mascarillas faciales se puede evitar que las gotas que transportan el virus escapen e infecten a otros".

Sin embargo, hace poco menos de un mes, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) brindó recomendaciones a la población general y personal sanitario sobre el uso de los barbijos ante la nueva epidemia, luego devenida en pandemia, precisó los casos puntuales en los que se debe usar barbijo:

“Si está usted sano, sólo necesita llevar mascarilla si atiende a alguien en quien se sospeche la infección por el coronavirus. Lleve también barbijo si tiene tos o estornudos. Las mascarillas sólo son eficaces si se combinan con el lavado frecuente de manos”, advertía la OMS.

Y en el mismo sentido, desde la web oficial argentina.gov.ar se informa sobre el tema: “Actualmente, el uso de barreras protectoras personales como los barbijos solo está recomendado para personas que presentan síntomas de infección respiratoria: fiebre junto a tos, dolor de garganta o dificultad respiratoria. Personal de salud que atiende a personas con síntomas respiratorios. No recomendamos el uso de barbijos de manera rutinaria en trabajadores y trabajadoras que atienden al público”.

¿Y entonces?

 

“China es una sociedad muy distinta a la nuestra y manejan las situaciones con criterios propios” coinciden los especialistas consultados y se inclinan por encuadrarse en las recomendaciones de la OMS, teniendo en cuenta que también pueden producirse cambios con el transcurso de los días.

“El barbijo para toda la población no está recomendado. Las recomendaciones son dinámicas, pueden cambiar, pero por ahora, los que deben usar barbijo son los pacientes que tienen síntomas, para evitar contagiar a otros. Ahora, si tiene tos y tiene fiebre, esa persona tiene que estar en su casa”, aclaró Darío Bevaqua, médico a cargo del consultorio de alto riesgo en coronavirus del hospital Carrasco de Rosario, en diálogo con Rosario3.

Y agregó que, si bien es importante la transmisión a través de las gotitas que se expulsan al toser o al estornudar, hay que prestar mucha atención al contagio que se produce mediante los elementos contaminados que toca el paciente infectado. "Para esa forma de transmisión –destacó– no sirve el barbijo”.

Con respecto al tipo de barbijo que resulta efectivo, el profesional describió al de "friselina, una tela que tiene varias capas, que van frenando las partículas que emite el paciente, que puede ser utilizado una sola vez y descartarse. Y si no se usa tanto, puede volverse a utilizar hasta que esté húmedo. Cuando esto sucede, la trama se abre y se ve despeluchado. En ese momento, ya no funciona como barrera, no da protección y hay que desecharlo”, explicó.

Friselina, la tela recomendada para la fabricación de barbijos.

En cuanto al barbijo N95 de 3M que suele aparecer en muchas fotos relacionadas con la prevención, Bevaqua dijo que se trata de “un barbijo especial que brinda mayor protección de las partículas aerosolisadas en el medio ambiente, y que debe reservarse para maniobras importantes que realiza el personal médico”.

El barbijo N95 recomendado para el uso de médicos en operaciones especiales.

La producción local

 

En Rosario, se pusieron en marcha varias fábricas de ropa que comenzaron a confeccionar barbijos (y otros elementos que integran el equipo de protección del personal sanitario) para proveer a hospitales y sanatorios.

Bevaqua resalta la iniciativa porque contribuirá a evitar el faltante: “Son muy funcionales, están hechos con la tela correspondiente, son de muy buena calidad y se están fabricando de forma masiva, por lo que difícilmente se produzca escasez de barbijos. Estamos bien equipados para enfrentar la pandemia”, afirmó.

Barbijo masivo desaconsejado

 

Ante las opiniones encontradas sobre el tema, la Sociedad Argentina de Infectología (Sadi) junto con la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (Save) emitieron un comunicado en el que “desaconsejan el uso de barbijo a la población para la prevención del covid-19".

En el texto, explican que “los virus respiratorios, incluyendo el coronavirus, no se encuentran suspendidos en el aire. Es necesario que una persona infectada con dicho virus lo elimine a través de sus secreciones, y solo estarán expuestos quienes se encuentren a corta distancia”.

En esa línea, la infectóloga, Gabriela Ensinck tampoco recomienda el uso de barbijos. Explicó que “puede utilizarse para ir a un consultorio, a un hospital, pero en la comunidad solo debería ser para la persona enferma, para que contenga sus gotitas. O personas de riesgo y, claro, dentro de los ámbitos de la sanidad”.

Además advirtió que “si todo el mundo usa el barbijo nos vamos a quedar sin provisión para el personal sanitario. Si nos enfermamos los médicos vamos a estar en problemas”.

En el mismo sentido se expresó el médico especialista en sida, Jorge Galíndez, quien dijo que en las circunstancias actuales, no recomendaría su uso a la población de forma masiva. “La gente lo usa mal, se toca la cara, se lo corre para hablar, y hasta podría decirse que resulta contraproducente, porque como se sienten protegidos por el barbijo (como si fuese un amuleto) descuidan otras prevenciones como el lavarse las manos y el respeto por el aislamiento y la distancia.

El profesional tampoco evalúa recomendable el uso del barbijo para la población en general, cuando se salga de la cuarentena. “La salida va a ser muy lenta y progresiva, pero no creo que podamos transpolar el modelo chino a nuestra sociedad”, afirmó, y agregó que “es muy difícil de encontrar evidencias para cuestionar la posición en contrario. Los chinos tienen mucho para enseñarnos –dijo– pero transformar una cultura occidental en algo que no somos no va a ser fácil.

Los “casos exitosos” que no convencen a los especialistas

 

En el otro platillo de la balanza, el instituto Research AI encontró 34 publicaciones académicas que indican que los barbijos pueden ser efectivos en la disminución de la transmisión del virus en público y ningún estudio que sugiera lo contrario.

Algunas de estas investigaciones hallaron que en ambientes controlados como en los aviones, las personas que utilizaron máscaras rara vez se contagiaron o infectaron a otros, mientras que en aquellos que prescindieron de estas aumentaron las probabilidades.

Howard señaló, además, el uso masivo de barbijos en Hong Kong, Mongolia, Corea del Sur y Taiwán , países que han controlado con éxito el brote. "Todos se encuentran relativamente cerca del epicentro original de la pandemia en China continental y tienen estrechos vínculos económicos con aquel país. Sin embargo, ninguno recurrió a una cuarentena total como la de Wuhan. En estos países, que también fueron golpeados por el brote de SARS en 2002 y 2003, todos usan barbijos en público", indicó Howard.

Otro caso de éxito es el de la República Checa, que introdujo medidas estrictas de cuarentena hace casi dos semanas, incluido el uso obligatorio de barbijos en espacios públicos, al que su violación podría conllevar una multa de 20.000 coronas.

Según los expertos, estas medidas rápidas han frenado con éxito la propagación del coronavirus en el país (2878), que se ha disparado en vecinos como Austria (9.377) y Alemania (63.929).

Este domingo, el primer ministro checo, Andrej Babis, instó a Donald Trump a través de Twitter a hacer que los barbijos sean obligatorias en Estados Unidos, que ahora es el país con más casos del mundo.

Sin embargo y “por ahora” como remarcan investigadores, científicos y profesionales que se enmarcan en el protocolo de la OMS, “el uso extendido y masivo de barbijos no es lo recomendable”. Habrá que seguir el día a día.