Los últimos incrementos que vieron reflejados los usuarios rosarinos de Aguas Santafesinas en las boletas, que en algunos casos rozaron o superaron un 450% en lo que va del año, destaparon un problema de larga data vinculado al régimen tarifario que se aplica en la provincia desde mediados de la década del 90. Cada unidad paga un presunto consumo por metros cuadrados y no realmente lo que usa de agua potable. Aguas Santafesinas (Assa) reconoció este inconveniente y precisó que “sólo la mitad” de las cuentas en la ciudad son medibles –aunque sólo alrededor de un 30% de esa mitad tiene micromedidores–, mientras en la Legislatura de Santa Fe se debate la declaración de emergencia de la empresa y en el Concejo municipal un proyecto busca que cada uno pague lo que consume. 

Desde el directorio de la empresa señalaron en Radio 2 que de las 420 mil cuentas –usuarios titulares del servicio– que hay en Rosario sólo la mitad está en condiciones de ser medible, aunque esto no significa que actualmente cuentan con el instrumento necesario para hacerlo. En realidad, sólo alrededor del 30% de esa mitad cuentan con micromedidores instalados en la ciudad. Es decir, del total de usuarios, apenas el 17% paga lo que realmente consume. 

Consultada sobre si es posible que hoy un usuario solicite la colocación de un micromedidor en su domicilio, Anahí Rodríguez, la presidenta del directorio de Aguas, respondió: “Tenemos para colocar en aquellas propiedas que son medibles. El debate es qué hacemos con aquellas propiedades horizontales en las que no es posible instalar un micromedidor”. 

Sin embargo, avanzar con el pedido de un instrumento de estas características puede demorar “hasta 180 días” porque es un trámite que está “ralentizado”, de acuerdo a la respuesta que dio la presidente del directorio cuando fue recibida por las comisiones de Planeamiento y de Urbanismo y de Obras Públicas del Concejo, el 19 de junio pasado

En ese sentido Rodríguez mencionó que el Palacio Vasallo está dando ese debate, en alusión a un proyecto del edil oficialista Fabrizio Fiatti para pedirle a las autoridades de Aguas Santafesinas que se gestione el diseño e implementación de un plan de macromedición de agua para Rosario.

El concejal de Arriba Rosario, el espacio político que conduce el intendente Pablo Javkin, señaló en diálogo con Rosario3 que la iniciativa busca la colocación de macromedidores, como tienen algunas galerías comerciales, en el 50% de las unidades que hoy no son medibles.

“Estamos trabajando en una modificación del Reglamento de Edificación para implementar macromedidores como tiene las galerías comerciales. Inclusive algunos edficios ya cuentan con un sistema de conexión propia que les permite tener una medición diferencial”, dijo. 

Lo que permiten los macromedidores es conocer el consumo real de, por ejemplo, un edificio. Y a partir de ese dato que se pueda hacer la división por departamentos y determinar cuánto debe abonar cada uno, en reemplazo del actual sistema de presunto por metros cuadrados. 

Fiatti explicó que en las ciudades donde se instalan medidores “los datos indican que el consumo es de aproximadamente 150 litros por habitante por día, mientras que en aquellas donde no hay medición del agua, ese consumo varía entre los 350 y los 550 litros”. 

Assa también considera que la medición precisa también permitirá "reducir los costos de producción y regularla" en base a estadísticas certeras del consumo que hace cada usuario en su hogar. 

Acueducto Gran Rosario

La obra proyectada de la ampliación del Acueducto Gran Rosario, que quedó paralizada en medio del traspaso de mando entre Perotti y Pullaro por la decisión del presidente Javier Milei de frenar la obra pública en todo el país, permitirá duplicar la producción de agua potable para la ciudad y la región. 

Desde Assa señalaron que “el mayor desafío es construir la etapa que falta del Acueducto para prestar el servicio en los próximos 50 años”.

Este lunes, se conoció que esa obra forma parte de las 35 que financiará la Provincia en la ciudad en el marco del Acuerdo Rosario que suscribieron Pullaro y Javkin.

En la oportunidad, el ministro de Obras Públicas Lisandri Enrico destacó que “estas 35 obras públicas marcan el programa de una gestión que tiene a Rosario en un lugar principal en la agenda política”.

Y detalló las prioridades: “Lo más importante es arrancar con la cascada del Saladillo, es una obra urgente porque está poniendo en peligro una vía de comunicación fundamental. En julio, arrancan los trabajos en avenida Jorge Newbery y el Acueducto del Gran Rosario”.