Como si ya no fuera inquietante y polémico el uso de tecnologías de reconocimiento facial en materia de seguridad pública hay firmas que avanzaron en un desarrollo todavía más amenazante: la detección de emociones humanas a partir del rostro.

El trabajo conjunto de Fujitsu Laboratories y Fujitsu Laboratories of America, en colaboración con la facultad de Ciencias Computacionales de la Universidad Carnegie Mellon (Estados Unidos) ha permitido el desarrollo de una tecnología de reconocimiento facial basada en inteligencia artificial que detecta cambios sutiles en la expresión facial.

La tecnología desarrollada permite entrenar el modelo con una cantidad más pequeña de datos, a partir de imágenes tomadas en situaciones reales, porque puede corregir, por ejemplo, el ángulo en el que se ha captado el rostro, o incluso agrandar o reducir la imagen, para que aparezca de forma más frontal.

Este ajuste permite detectar en un rostro en movimiento cambios sutiles de las emociones, como incomodidad, confusión o una risa nerviosa.