“El despertar sexual, como todo despertar es una buena inquietud; y en este momento que estamos en vísperas del despertar de la primavera, como hecho coincidente; así se hace propicio este diálogo”, adelantaba a Rosario3.com, Jorge Libman, psicólogo especialista en psicología psicodinámica, quien agregaba:

“Creo que también deberíamos colocar este tema en el marco del tiempo que estamos viviendo; ya que somos siempre sujetos de la cultura: hoy la temática de la sexualidad es muy diferente a la de nuestra época; hoy se habla de este tema con mayor apertura y menos ocultamientos; incluso, y sobre todo, en lo referente a la elección de la identidad de género. Existe un clima de época diferente”.

Más adelante, Libman, se explayaba: “lo que ocurre en el púber adolescente en ese encuentro movilizante con su sexualidad, al advertir el cambio corporal, el cambio en los caracteres sexuales secundarios; es decir, el desarrollo genital, lo lleva al encuentro con algunos interrogantes que buscan responder: cómo manejar sus emociones, sus deseos, sus pulsiones sexuales; que justamente suele representar un inicio traumático por enfrentar aquello que no se conoce y que les reclama tanto”.

¿El rol de los adultos hacia donde debería dirigirse?

Creo que es fundamental que se comience a hacer foco en que la sexualidad es uno de los aspectos más placenteros de la vida humana; lo que habría de conducir a los adultos que rodeamos a ese púber adolescente a sacar el tema de la categoría de tabú. Hoy, por fortuna, estamos en épocas de la cultura diferente al que nos tocó atravesar a nosotros, a tal punto que pareciera no haber restricciones a la circulación de contenidos y de información sobre todo lo que tenga que ver con lo sexual y una sexualización permanente en las relaciones humanas, en general y entre los jóvenes, en particular. Otra cosa a tener en cuenta es cómo pensamos y hablamos el ejercicio libre de la sexualidad como hecho placentero, y de ese encuentro con el otro, con deseos parecidos y a la vez diferentes.

¿Y cómo se incluye acá el respeto hacia uno mismo y hacia el otro?

Esto es clave. Desde hace unos años la lucha de los grupos e instituciones feministas hicieron visible el tema de lograr el respeto de la mujer en esta sociedad, la que ha empezado a respetar a la mujer en la sociedad, y en su lucha contra todo tipo de violencia de género. ¿Cómo hacerlo evidente? Con el  respeto al cuerpo del otro; además de comprender sus sentimientos, sus deseos; y, sobre todo, en lo que se refiere a la elección de la identidad de género. Para lo cual es necesario profundizar el trabajo que se hace a nivel educativo. Que toda la sociedad pueda hablar de esto; que se pueda acompañar con un diálogo libre, desprejuiciado y respetuoso a esos púberes y adolescentes que se inician en ese recorrido. Los pares juegan acá un rol fundamental en el ámbito escolar; y, claro los padres para ayudarles a despejar las dudas y escuchar sus inquietudes. Deberemos tomarnos todo el tiempo necesario para, entre otras cosas, poder explicarles los métodos anticonceptivos. Siempre transmitiendo la idea de lo placentero que deber resultar este tipo de encuentros, y que para nada debe vivirse como un tabú o una cuestión vergonzante.

¿Sería acompañar también a que el individuo pueda libremente elegir su orientación sexual, su identidad de género?

“Hoy vivimos tiempos más complejos que se vuelcan a las diferentes concepciones de todo lo que rodea a lo sexual. Se trata de temas que están siendo analizados, repensados e investigados permanentemente; antes teníamos conocimientos más rígidos; hoy, por múltiples influencias y por diferentes caminos que se han ido abriendo, hacia el encuentro con la sexualidad, la sociedad acepta y convalida la elección de la identidad sexual diferente al ideal de los mayores. Estos son temas para dedicarles tiempo, abordarlos con mucho cuidado desde una actitud más abierta y una mirada más amplia; pudiendo recurrirse al asesoramiento médico de la biología y de la psicología; pero, entendiendo que nadie debe ser discriminado por asumir una identidad de género diferente a la que se esperaba de esa persona dentro del ámbito familiar y de las relaciones cercanas”.

*Jorge Libman, psicólogo, especialista en psicología psicodinámica, matrícula 2231 Instituto Pinel, Alvear 1478, 3er Piso Rosario