El dolor muscular puede afectar a cualquier persona más allá de su nivel de actividad física. Se trata de una condición que motiva constantemente la búsqueda de alivio efectivo a través de uso de analgésicos. Frente a este panorama, las y los expertos recomiendan comenzar a gestionar la salud por medio de autocuidado para así lograr comprender el dolor, reconocerlo y encontrar el alivio más saludable ante su aparición.

El autocuidado

Según detalló la Organización Mundial de la Salud (OMS), el autocuidado es la capacidad de personas, familias y comunidades de promover y mantener su salud, prevenir enfermedades y lograr afrontar padecimientos con o sin asistencia de profesionales de la salud. Por ejemplo, mediante el uso del ibuprofeno, frecuentemente se vuelve eficaz el alivio del dolor muscular por las propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antipiréticas que se usan para tratar el dolor leve a moderado, la inflamación y la fiebre. No obstante, el consumo debe ser cuidadosamente monitoreado.

Los expertos sostienen que aquellos medicamentos más comúnmente recomendados para manejar el dolor muscular incluyen los antiinflamatorios no esteroideos (AINES), como el ibuprofeno y el paracetamol. Cada uno de estos fármacos actúan de manera diferente, por lo que su efectividad puede variar dependiendo de la naturaleza específica del dolor muscular experimentado por el individuo.

A su vez, el ibuprofeno actúa reduciendo la producción de sustancias químicas denominadas prostaglandinas, responsables de causar inflamación en el cuerpo. Al reducirse la inflamación, el ibuprofeno puede aliviar el dolor asociado con lesiones, inflamación crónica y condiciones como artritis. Asimismo, controla el dolor en otras situaciones clínicas que se cursan con dolor sin inflamación. Por su parte, el paracetamol actúa como analgésico menos potente y sin propiedades antiinflamatorias significativas, aunque puede ser efectivo para aliviar dolores de leves a moderados.

Prevenir y tratar el dolor muscular

La mayoría de dolores musculares se deben a posturas corporales incorrectas, sobrecarga muscular inadecuada o uso repetitivo de un grupo muscular sin la recuperación adecuada durante el ejercicio o en trabajos que usan fuerza muscular.

Por este motivo, el autocuidado cumple un rol fundamental. Prestar atención a las posturas corporales en la vida cotidiana, realizar ejercicio controlado debidamente, son algunos de los lineamientos a atender. El uso de antiinflamatorios como el ibuprofeno no debe exceder las dosis máximas ni ser usados por tiempos prolongados, por lo que ante su necesidad recurrente será importante consultar al médico de confianza.

Por otra parte, ante la consulta médica también se sabrá cuál es el analgésico más apropiado teniendo en cuenta las causas e intensidad del dolor, sus condiciones médicas subyacentes así como potenciales interacciones con otros medicamentos.

 

Fuente: NA.