Desde hace unos años hasta ahora estamos oyendo hablar de una patología que cada día afecta a más personas, que, sin saberlo, han estado enfermas gran parte de su vida. Esto es la enfermedad celíaca, y el portal revistabuenasalud.es explica qué es la celiaquía.

La enfermedad celíaca, que en algunos casos se le denomina Intolerancia al Gluten es una patología de hipersensibilidad con base inmune. Esto significa que una persona con este problema no puede ingerir ningún alimento que contenga gluten ya que, las vellosidades que recubren su intestino delgado están atrofiadas y no funcionan, por lo que no son capaces de absorber los nutrientes de estos alimentos y provocan múltiples síntomas.

Aunque no tiene porqué, esta enfermedad puede ir asociada a otras, como Diabetes, Síndrome de Down… Además, por sus diferentes síntomas pueden confundirse con otras muchas.

Otra característica que existe, es que, muchas veces se dan intolerancia de primer y de segundo grado. Estos significa que, muchos celíacos que no reciben un buen tratamiento, o una dieta que se ajuste a sus necesidades, puede crear intolerancias asociadas, como a la lactosa o la fructosa, que, una vez corregida la dieta, volverán a desaparecer.

De la misma forma, se puede crear una intolerancia al gluten secundaria, al tener una intolerancia primaria -puede ser a cualquier cosa, leche, frutos secos, fructosa- y no realizar una dieta restrictiva, con lo que, las vellosidades se atrofian totalmente, y puede aparecer una intolerancia al gluten secundaria, que, se puede corregir. Aunque, esto no se puede confundir con curar la celiaquía, ya que, por desgracia, hasta día de hoy no se conoce una cura, sino que, esto aparece como un nuevo síntoma al no seguir unas pautas sanas.

Teniendo en cuenta que la mayoría de celíacos todavía no están diagnosticados, se debe de tener cuidado con lo que se ingiere, y en caso de empezar a tener síntomas que no son normales visitar al médico para que haga las pruebas pertinentes para confirmar si se tiene esta patología o no.

Fuente: revistabuenasalud.es