La investigación, desarrollada por el médico brasileño Ricardo Vitor Cohen, director del Centro para la Obesidad y la Diabetes del Hospital Alemán Oswaldo Cruz, en San Pablo, Brasil, indica que el 82% de los pacientes con ERC a causa de diabetes detienen con by pas gástrico el daño renal.

En tanto, sólo el 55% de los pacientes logran este objetivo cuando optan por tratamientos farmacológicos

La ERC es uno de los principales factores implicados en la mortalidad temprana en pacientes con diabetes tipo 2. De ahí la importancia de detener la progresión del daño renal, detalló el estudio

Según la cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud , la prevalencia de diabetes en la población (de 18 años y más) es del 12,7%, es decir que 13 de cada 100 argentinos tienen diabetes.

Y se estima que entre el 20 y 40% de las personas con diabetes tienen algún grado de enfermedad renal, siendo la nefropatía diabética la principal causa de ingreso a diálisis.

En la Argentina, la ERC afecta al 10% de la población y la mayoría desconoce esta condición, mientras que se estima que más de 20.000 personas fallecen cada año por causas relacionadas a esta enfermedad.

Vito Cohen destacó que “una de las complicaciones de la diabetes es la pérdida urinaria de proteínas (albumina). Esto hace que el riñón progresivamente funcione menos hasta que se necesite llegar a hacer diálisis y, luego, un trasplante”,.

Y agregó: “Esta es una característica de la mala evolución de la diabetes, a menudo acompañada por la obesidad, y es una complicación muy costosa”.

Asimismo, el trabajo halló que el procedimiento quirúrgico estuvo asociado con mejor control de la glucosa, mayor descenso de peso y mejoría del colesterol y de la presión arterial.

Por otra parte, los autores del estudio señalaron que la calidad de vida también mejoró de manera más notoria entre los pacientes operados.

“La calidad de vida fue mucho mejor en el grupo quirúrgico fundamentalmente porque también se logró que los pacientes operados tomaran cinco veces menos medicación, incluyendo insulina, que los del grupo clínico”, precisó Cohen.

“Al no tener tantos medicamentos ni inyectables todos los días, la calidad de vida mejora: podemos disminuir la cantidad de medicación, mejorar el control de la diabetes y disminuir la progresión de la enfermedad renal”, resumió.

El estudio fue un ensayo clínico que incluyó a 100 pacientes con diabetes tipo 2, obesidad (índice de masa corporal de 30 a 35) y albuminuria. Los participantes, con un promedio de edad de 51 años, fueron divididos en dos grupos: uno que recibió el mejor tratamiento farmacológico y otro que se realizó bypass gástrico.