Más allá de la réplica del gobierno nacional, el intendente Pablo Javkin ratificó sus cuestionamientos al plan para colocar fibra óptica en la cárcel federal de Marcos Paz, cuestionó que el Ministerio de Justicia disolvió el área que hacía inteligencia criminal a los presos y dijo que el problema de violencia que atraviesa Rosario es un fenómeno global del que la ciudad es víctima y no generador. En ese marco, llamó a no dejarse estigmatizar y advirtió que en sectores de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano pasan cosas “iguales o peores” que las de Rosario.

Javkin habló con el programa De boca en boca, de Radio 2, y salió a responder la réplica del titular del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), Gonzalo Quilodran, a su crítica por la instalación de fibra óptica en Marcos Paz.

El funcionario nacional dijo que la idea de dotar de conectividad al penal es única y exclusivamente para que los presos puedan realizar sus declaraciones judiciales de manera virtual. Pero Javkin respondió que la resolución menciona expresamente que la medida es también para facilitar la comunicación de los reclusos “con sus parientes y allegados”.

“¿Quiénes son los allegados?”, preguntó retóricamente el intendente, apuntando a la comunicación entre los cabecillas detenidos y las órdenes que transmiten desde las cárceles a los integrantes de las bandas. “Lo que debería saber la autoridad del Enacom es que al lado suyo, en el Ministerio de Justicia, se disolvió área de inteligencia criminal penitenciaria,  es decir que no se escucha lo que hablan los presos”.

Para Javkin, en la Nación “no tienen idea de lo que pasa en Rosario, como tampoco en el  conurbano o Capital. El 95% de los hechos graves se organizan desde los penales. ¿Le vamos a dar más conectividad? ¿Quién garantiza que no se va a usar para eso? ¿O se me ocurrió a mí que hay celulares? No se puede ser tan ingenuo”, enfatizó.

El intendente dijo que “harta que hablen de Rosario y tomen medidas que nos perjudican”. En esa línea pidió que “dejen de favorecer las cosas malas”.

El jefe comunal también fue consultado por los dichos de Miguel Russo, técnico de Rosario Central, que explicó que a su equipo le costa conseguir refuerzos porque hay parejas de los jugadores que no quieren vivir en Rosario por la violencia y la inseguridad.

Su respuesta fue que justamente Russo eligió vivir en la ciudad pudiendo hacerlo en otro lado y deslizó que se busca tapar “una dificultad dirigencial hablando mal de la ciudad. Lo que hago mal yo es mi responsabilidad, no de la ciudad”, enfatizó.

Javkin instó a no instalar la idea de que en Rosario no se puede vivir, pues es una porción menor la que atraviesa la crisis de violencia. “En el 14% por ciento de la superficie ocurren el 98% de los crímenes”, dijo.

Y sostuvo que no hay un problema de Rosario sino de la Argentina, un país que no combate el narcotráfico y que deja entrar la droga por sus fronteras. “La droga, las armas, nos llegan. Me niego a tratarlo como si fuera hecho local. Hay sectores de la capital y el conurbano que están igual o peor que nosotros”, señaló.

Además, rechazó la idea de Patricia Bullrich de darles a las Fuerzas Armadas la misión de combatir el delito en Rosario. “No hay buena experiencia con la llegada del ejército. Primero que trabaje bien lo que tenemos. Hay que invertir en tecnología e inteligencia, poner radares, mejorar los controles en las fronteras. Si hubiera control ahí no habría droga ni armas en Rosario”, remarcó.

Y luego amplió: “Este no es un problema que originamos los rosarinos. Somos víctimas de ser un enclave logístico de un país que no controla el narcotráfico, no escucha a los presos en las cárceles, no enfoca su trabajo en controlar. No mientan, no sucede solo en Rosario”.