En su primer discurso como gobernador en la Legislatura santafesina, Omar Perotti realizó una fuerte crítica a las gestiones socialistas en materia de seguridad y aseguró que en Santa Fe el narcotráfico “se ha extendido por el desdeño estatal cuando no en un pacto de gobernabilidad directa o indirecta con el delito”.

“El negocio del narcotráfico se ha expandido al amparo de la desidia y la ignominia estatal. Tal como hemos visto a lo largo de este año en casos de notoriedad pública, el desdeño estatal se manifestó en la vista gorda policial pero también judicial y política, cuando no en la complicidad asentada en un pacto de gobernabilidad directo o indirecto con el delito”, expresó.

Y remarcó: “Hay que cortar los vínculos con el delito. Es prioridad para vivir más seguros, que el Estado vuelva con toda la fuerza donde nunca debió retirarse. Con toda la fuerza de la educación, de la salud, del deporte, de la cultura, de la formación en oficios, allí en cada barrio”.

Vamos a trabajar en cada barrio, con quienes allí lo hacen seriamente en el territorio, si la que trabaja bien es la parroquia, lo haremos con el cura, si el que trabaja bien es un pastor lo haremos con él, con el club del barrio será un aliado, con la vecinal y prioritariamente con las estructuras municipales”, agregó el gobernado ante la asamblea legislativa que contó con la presencia del ahora ex gobernador Miguel Lifschitz como presidente de la Cámara de Diputados provincial.

En materia de seguridad, Perotti retomó uno de los ejes de su campaña y manifestó que “sin orden no se puede vivir en paz y ello requiere una Policía adecuada a la realidad democrática y que sea eficiente”.

“La Policía se ha divorciado de la sociedad y ésta le ha perdido confianza. Las principales victimas de delitos son los pobres, los trabajadores”, añadió el flamante mandatario provincial.