Avanza el juicio contra tres personas por el asesinato del personal trainer Marcos Guenchul y a pocos días de conocer el fallo de la Justicia, la madre de la víctima habló con El Tres, donde sostuvo que Priscila Denoya, ex de su hijo, es “la principal” responsable del crimen, reveló detalles de la tormentosa relación que mantenían y ratificó que espera la pena máxima para los tres acusados.

Marcela Ontiveros, que más temprano pudo tener una exposición ante los procesados –Denoya; su pareja al momento del absurdo homicidio, Caio Soso; y el sindicado sicario Rodrigo Panero–, señaló en Telenoche que la joven “tiene la parte principal” de la responsabilidad como instigadora y que “cuando cayó detenida –en diciembre de 2019– fue como que cayera la verdad”.

“Ahora tratan de despegarla pero esperamos la prisión perpetua para los tres”, dijo la mujer y recordó que Priscila “tenía era una gran obsesión” con Marcos ya que, cuando estaban juntos, “no le permitía juntarse con sus amigos, ni que diera clases en su gimnasio; eran problemas de todo tipo”.

“Cuando Marcos se venía conmigo por alguna discusión –relató desde el móvil en vivo– él trataba que su hija no presenciara esa violencia de la madre. Tomaba su mochila y se venía para acá o para el gimnasio y ahí se quedaba. Durante ese tiempo atravesó golpes, insultos, lo denigraba continuamente y recibía agresiones, que despumes se trasladaron a cuando iba a visitar la nena”.

Sobre esos encuentros entre el joven y su pequeña hija, Marcela contó que él no entraba a la casa de Denoya, de quien ya estaba separado, sino que iba con la pequeña a una plaza cercana, donde “se sentaban en una loneta, jugaban y él sacaba muchas fotos”. Por eso a Priscila, dijo la mujer, “le molestaba cuando Marcos se iba y veía que la nena se prendía de las piernas de su papá para que no se fuera”.

“Después –prosiguió–, sin más que ocurrírsele para hacerle, le inventó una mentira, aconsejada no sé por quién, con una denuncia de violencia de familia y logró que (a Marcos) le pusieran una (restricción) perimetral. No se podía acercar ni a la casa ni a la hija. Él fue a la Justicia, no le quedó otra opción; no quería la tutela, sólo quería compartir. Una fiesta, una Navidad, un Día del Padre, un desayuno, algo. Pero sé ve que era demasiado para Priscila, no lo pudo soportar, y esa psicopatía la llevó a esto y arrastró también a Soso. A él le pasó lo que Marcos no permitió, pero Marcos lamentablemente terminó mal”.

Consultada sobre qué cree que planeaban originalmente los asesinos, ya que ellos argumentaron que no pretendían matar al personal trainer sino amedrentarlo para que desistiera de ver a su hija, Ontiveros fue contundente: “Si vos querés asustar, llevate alguien, dale una buena trompada y decile 'dejate de molestar'. Pero si vas con un arma cargada, con las balas puestas, vas directamente a matar. Panero fue directamente a matar, ése era su trabajo, para eso lo contrataron. Estuvieron 50 minutos parados frente al gimnasio”, señaló en relación al lugar donde fue el crimen, en Mendoza y Sucre, la noche del 23 de julio de 2019.

Tiziana, con su abuela paterna

 

Por otro lado, la madre de Marcos habló de su nieta Tiziana, que desde 2020 está bajo su guarda, “con apoyo psicológico” y con “un recuerdo muy presente de su papá”, según contó.

“Cuando me ve triste a mí, ella sabe por qué, y tiene actitudes como tenía Marcos, que me pasaba la mano en la cara o me besaba la frente. Agarra un papel y me seca las lágrimas; después busca la foto de su papá y le da un beso”, expresó la mujer, a corazón abierto.

Ella me dice 'no quiero que mi papá sea más un angelito, quiero que esté acá'. Eso me mata, es terrible. Pero es inteligente y creo que en pocos años va a buscar saber qué pasó con su papá y eso va a ser terrible para su madre, Tiziana va a ser su peor verdugo, porque le quitó la posibilidad de estar con su padre sólo porque a ella se le ocurrió”, cerró Marcela.

Luego de la etapa de alegatos en el juicio será la sentencia y se estima que podría conocerse la semana próxima, en el Centro de Justicia Penal (CJP) de Rosario, donde el proceso comenzó el 1º de junio.

La jornada inicial, casi un mes atrás en el CJP. (Alan Monzón/Rosario3)