Luego del resonante caso de Benjamín Biñale, el niño que recibió en su cabeza un disparo de origen desconocido y este fin de semana recibió el alta luego de 21 días, se conoció otro epidosio de una bala perdida con severas consecuencias en Rosario: un hombre que salía de un festejo junto a su familia este sábado a la noche, en barrio Cristalería, fue baleado en el cuello y debió ser operado.

La víctima, Mario R., fue sometido a una cirugía de urgencia en un sanatorio del macrocentro de la ciudad, donde este domingo permanecía internado y al parecer con una buena recuperación, según contó una familiar a Rosario3.

Desde ese centro de salud, el móvil de la periodista Agustina Pugliese (El Tres) constató que el hombre salía de una reunión donde festejaban el embarazo de una amiga, cuando recibió un impacto sin saber desde dónde. En ese momento se encontraba junto a su hija de cinco años de edad.

El proyectil, agregaron otros allegados a Mario, quedó alojado en la tiroides, a escasos centímetros de la arteria carótida y de la tráquea, que de haber sido afectadas podrían haber desencadenado consecuencias fatales. Los médicos removieron la glándula y el paciente quedó hospitalizado.

La tiroides, situada debajo de la nuez de Adán, es una glándula endócrina que regula el metabolismo del cuerpo y su sensibilidad a otras hormonas. Los pacientes que luego de una cirugía ya no cuentan con ella necesitan de por vida el reemplazo de hormonas a través de píldoras, así como controles endocrinólogos periódicos.

Difícil esclarecimiento

El tema de los peligros de una bala perdida, a veces por un disparo al aire, estuvo muy vigente estas últimas tres semanas en Rosario por el caso de Benjamín Biñale, el nene de ocho años que recibió un disparo en su cabeza cuando se disponía a jugar un partido de fútbol infantil el sábado 17 de agosto, en cancha de Pablo VI (zona sudoeste).

Se trata de episodios complejos cuyo esclarecimiento suele ser muy complicado. Así lo expresó el ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, tras el caso de Benjamín. “Es sumamente difícil esclarecerlo porque (el arma) pudo haber sido disparada entre 300 y mil metros. No es sencillo dar con los autores”, explicó.

Asimismo, por entonces el funcionario prometió “trabajar con todas las energías para dar con el responsable” y corrigió: “Lo califican como un irresponsable, yo como un delincuente”.