Un hombre de 43 años fue condenado a tres años de prisión por haber atropellado y matado a un motociclista en diciembre de 2021, en el marco de una maniobra negligente en la que incurrió en una calle de la localidad de Funes.

La condena se dictó este miércoles por medio de acuerdo de partes que presentó el fiscal Marcelo Vienna, el defensor Hernán Tasada y que homologó la jueza Valeria Pedrana.

El condenado es Luciano Gabriel Suárez, quien además de pena de tres años quedó inhabilitado a vehículos automotores por el plazo de 9 años por los delitos de homicidio culposo en siniestro vial agravado por haberse dado a la fuga y no intentar socorrer a la víctima, como así también por haber violado el sentido de circulación vehicular.

La Fiscalía acusó a Súarez por el siniestro vial ocurrido el domingo 5 de diciembre de 2021 a las 3.15 aproximadamente en calle Almafuerte entre Houssay y avenida Fuerza Aérea, zona del country Funes Hills.

Esa madrugada, Súarez iba al mando de un Ford Fiesta Kinetic por Almarfuerte, con sentido de circulación sur-norte, cuando sobrepasó dos vehículos que circulaban en el mismo sentido, indicó la Fiscalía.

En esa secuencia incurrió en una conducción imprudente, negligente y antirreglamentaria, circulando en contramano luego de trasponer la doble línea amarilla existente. 

En ese momento, chocó de frente con la Zanella 50 conducida por Victoriano Gutiérrez, que iba en sentido norte-sur. La víctima era un hombre de 80 años que se desempeñaba como cuidador de un establecimiento cercano. 

El impacto se produjo a contramano en una calle que tiene la doble línea amarilla.

Súarez fugó de la escena “por mierdo” y se entregó 7 horas después en la comisaría 23ª de Funes.

Los testigos del choque fueron dos policías que hacían adicionales en el móvil de seguridad externa del barrio privado y un del conductor de una camioneta Mercedes Benz. Ambos fueron sobrepasados por el Ford Fiesta.

Súarez, que estuvo en prisión desde diciembre cuando fue acusado, recuperó la libertad, pero sujeta a reglas de conducta como fijar residencia; someterse a la supervisión de la Dirección de Control y Asistencia Pos Penitenciaria, y realizar el curso de Educación Vial a través del Programa de reeducación para condenados por delitos viales.