Una mujer oriunda de Villa Gobernador Gálvez fue condenada a 12 años de prisión por delitos que van de la tentativa de extorsión a los asaltos tipo comando. La imputada tiene 33 años y está detenida desde fines de abril de 2022, cuando cayó con sus secuaces, varios años más jóvenes, en un remís, tras haber cometido una entradera en General Lagos.

La pena dictada a Luciana Maribel Vallejos, de 33 años, fue impuesta mediante un acuerdo de partes entre la fiscal Viviana O'Connel y la defensa que homologó el tribunal integrado por los jueces Patricia Bilotta, Aldo Bilbao Benítez y María Isabel Mas Varela.

Los hechos atribuidos a Vallejos tuvieron lugar entre marzo y abril de 2022. La mujer lideraba una bandita que intentó arrancarles dinero mediante aprietes extorsivos a un comerciante y a un profesional de General Lagos. 

En los mensajes, la gavilla se presentaba como “la mafia”, e incluso invocaban famosos apellidos ligados al hampa de Rosario. Como las víctimas no pagaron, tiempo después sufrieron entraderas violentas.

El 18 de marzo, a las 19, Vallejos se presentó en un domicilio ubicado frente a la plaza Hilario Lagos y le entregó al principal morador una nota que tenía la instrucción de comunicarse a un número telefónico. La mujer dejó el escrito y enfiló hacia un Volkswagen Suran que tenía un varón al volante.

A las 21 de ese día, Vallejos volvió al mismo domicilio. Esta vez con un celular en mano. Le insistió al mismo hombre para que hablara con un interlocutor –se desconoce quién era–, pero el hombre se negó. Vallejos volvió al Suran. Esta vez había cuatro personas.

Al otro día, el 19 de marzo de 2022, a las 22.30, Vallejos dejó una nota intimidatoria en un local de Dércoli al 100.

“Previamente, se habían registrado llamadas hacia el teléfono de dicho local donde solicitaban hablar con la víctima, intimidándola”, agregó la fiscalía.

El 13 de abril Vallejos volvió a la carga. Esta vez en modo pistolera. A las 23 ingresó con un cómplice a un local de Urquiza al 900, redujeron a la víctima y se alzaron con dinero. Además, en un momento llegaron otros dos integrantes de la banda, e ingresaron al domicilio particular de la víctima (ubicado en la parte de atrás del almacén) y en otro local.

En la casa había otra persona que también fue maniatada por los ladrones, que se llevaron en total unos cien mil pesos, elementos del local, bijouterie y tres celulares. El botín fue cargado en el auto de una de las víctimas, un Fiat Palio, en el cual se dieron a la fuga. Luego el vehículo apareció abandonado en el cruce de Camino Nuevo a Soldini y Vicente Medina. Le faltaba su rueda de auxilio, portaequipaje, la llave de encendido y documentación.

Por último, Vallejos se hizo cargo de haber integrado el grupo comando que ingresó el 27 de abril, a las 20, al domicilio de San Martín al 400, donde un mes atrás habían intentado llevar a cabo una extorsión.

Esa noche la banda caería más tarde tras una persecución que terminó en Villa Gobernador Gálvez. La banda se había trasladado a General Lagos en un remís. El chofer terminó desvinculado más tarde. Según dijo, lo engañaron y luego amenazaron. La Fiscalía le creyó.

El botín de los detenidos.

La mujer bajó de un Siena blanco y tocó la puerta. No bien abrieron, sus cómplices –KGA (19) y MLA (18)– redujeron a punta de pistola a los moradores. Mientras, RL esperaba en el auto junto con el remisero, indica la causa.

Las víctimas de San Martín al 400 fueron maniatadas. Les robaron 284 mil pesos; 800 dólares estadounidenses; una notebook; una PlayStation, entre otros elementos. Además, uno de los cañeros se fue con el C4 de las víctimas, que luego apareció quemado en Pasaje Blanqué al 1600, en Rosario.