Rosario Central terminó el certamen. Finalizó la fecha 13 goleado y generando, al menos, un interrogante: ¿La imagen que mostró en las últimas jornadas, con levantada incluida, la podrá sostener?

Platense le dio un cachetazo que el canalla no estaba acostumbrado a recibir. Si hacemos un balance vemos que el equipo fue de menor a mayor, con un esquema táctico que Cristian Gonzalez estaba empezando a imponer, pero que no daba el resultado que los hinchas esperaban. No solo en el juego sino tampoco en los números.

Los bajos rendimientos de Gamba, Laso, Ruben, Zabala, Ferreyra y varios de los juveniles hacían que el objetivo no se cumpliera como se planificaba en la semana, pero como todo en la vida es tiempo era eso lo que le estaba faltando al conjunto auriazul, tiempo para que se pueda ver plasmada la idea original del DT.

Con el paso de los partidos, se fueron puliendo detalles y se vieron algunos resultados. Se acomodaron las líneas, sobre todo en el fondo; los laterales se proyectaban con mas criterio y hasta se mejoraron los centros para herir al rival y eso fue ilusionando a todo el pueblo centralista.

Kily González estuvo a un partido de irse -información que brindaba la misma comisión directiva- pero, siempre hay un pero. Fue en la Copa Sudamericana y contra San Lorenzo que el cambio finalmente llegó. No solo jugaron bien, también mostraron una actitud diferente y un juego equilibrado. Eso se repitió en los encuentros posteriores, incluso en la goleada a ante Newells Old Boys.

Todo comenzaba a encaminarse, los directivos a apoyar y los hinchas a relajarse porque veían un cambio rotundo en lo que se mostraba dentro de la cancha.

Igualmente, todavía sigue siendo Vecchio dependiente y cuando no está se siente. Se nota que falta la pausa, la diferencia en su juego y lo padece el equipo. González tendrá que trabajar para buscar variantes para que el juego del equipo no sea tan previsible y que no siempre dependa de un solo hombre.

Cristian Gonzalez renovó el crédito, no hay dudas. Se lo ganó con mucho trabajo y el rendimiento termina siendo bueno. Ahora tendrá que ratificarlo en el certamen continental para que puedan seguir depositando la confianza en un técnico joven que puede darle mucho al club, o quedarse a mitad de camino. De él dependerá el futuro del conjunto centralista e inclusive el propio.