La Isla de los Inventos es un lugar que se ha instalado como una marca registrada para las infancias de Rosario y su zona de influencia. Este espacio público, junto a El Jardín de los Niños y La Granja de la Infancia, forma parte del Tríptico de la Infancia, tres espacios que fomentan el juego, la imaginación, los múltiples lenguajes y la creación.

En este 2023, La Isla celebra su vigésimo aniversario. El sábado 11 de noviembre, desde las 14, y el domingo 12, desde las 17, se realizará una gran fiesta donde quienes asistan podrán participar en la elaboración de una torta de cumpleaños gigante. Además, el domingo 12 habrá un ritual de velitas y deseos, música en vivo, junto con muchas sorpresas para disfrutar en familia.

Andrea Garbosa, directora de La Isla de los Inventos, dio detalles de los festejos a Rosario3

-¿Cómo fue el punto de partida de esta idea que hoy cumple 20 años?

-La historia de la Isla es un poco la culminación de un proyecto que se inicia a partir de un plan estratégico en donde la idea era poder desarrollar una política pública que abarcara las problemáticas ligadas a las infancias. Esto arranca con la idea de armar un tríptico recuperando espacios de la ciudad para poder armar, a partir de la mirada de los niños, espacios que pudieran ser recorridos por todo el público general, por toda la familia y por las distintas generaciones. Esto empieza en el año 1999 con la creación de La Granja de la Infancia y dos años después El Jardín de los Niños, que eran dos espacios que pertenecían a lo que en aquel momento era la Secretaria de Desarrollo Social, y dos años más tarde se termina de armar el proyecto Tríptico de la Infancia con la inauguración de la Isla de los Inventos, en lo que era la estación Rosario Central. La Isla de los inventos nace en la Secretaria de Cultura, Chiqui González, fue convocada de alguna manera por el Ejecutivo de aquel entonces para con un equipo de personas poder pensar un programa integral del abordaje de estas problemáticas. La idea era poder armar espacios ligados al encuentro, a la posibilidad de que el cuerpo se despliegue en libertad, a trabajar la lógica de las infancias puesta al servicio del juego para que juguemos todos.

-¿Qué idea tenían en cuanto a lo que se quería generar en la Isla a diferencia de los otros dos espacios que son la Granja y el Jardín?

-La Isla de los Inventos era un poco lo que le faltaba al proyecto, era el cruce en los lenguajes. En La Granja podemos hablar del vínculo entre el hombre y la naturaleza, en todo caso, cual es la intervención del hombre sobre el paisaje natural y como poder pensar un espacio urbano pero ligado al aire libre. La Granja es un espacio que está hecho por arquitectos, recreado. El Jardín de los Niños es como una suerte de homenaje a la imaginación del hombre, a esta posibilidad de los humanos de imaginar y proyectar la propia vida. Lo que faltaba era, como estamos como especie atravesados por los lenguajes, armar un espacio que fuera como una suerte de mezcla del arte, las ciencias, el teatro, la música, el cine, y que todo eso pudiera estar plasmado en una gran muestra para recorrer libremente, y se dispuso el espacio de esa estación, recuperar lo que es este galpón.

-¿Qué momentos o hechos trascendentes podés destacar en estos 20 años en la Isla?

-Creo que tiene como un “gran hito”, digamos, el hecho más cotidiano de todos que es la posibilidad de seguir abriendo con la misma experiencia de hace veinte años y el gran trabajo que se lleva adelante. Es como que una de las grandes cosas que hoy te podría decir es la resistencia de esa cosa cotidiana, eso, por un lado. Por otro lado, los eventos, todo lo que dieron nacimiento de lo que fueron las muestras que hubo en la Isla de los Inventos, que hasta ahora fueron cuatro. La muestra es como una suerte de tema de lo que está puesto adentro, y lo que se muestra y lo que se va a ver. Cambio cuatro veces de eje ese espacio, entonces en esos cambios nos atravesaron los congresos, El Congreso de la Lengua para Niños que el público lo llamo Congresito y el Congreso de la Felicidad, que se hizo simultáneamente en Santa Fe y en Rosario. Los eventos que se trabajaron era como una suerte así de lugares de comunidad, bajo las estrellas con las noches de la kermese y los carnavales que me parece que eso también hasta devuelto por el propio público, fueron como cosas que marcaron un modo de hacer en el espacio público.

-¿Cómo se preparan para este festejo de los 20 años?

-Por estos 20 años los vamos a invitar a cocinar la gran torta de cumpleaños, así que vamos a hacer una fábrica de magdalenas. Vamos a cocinar con todo el público que nos visite durante todo el sábado y todo el domingo. Vamos a estar decorando las tortitas para construir una torta colectiva, y el domingo vamos a hacer el ritual de velitas, nos va a estar acompañando Gulubú Rock con unas canciones de María Elena Walsh en versión rock y nos vamos a encontrar ahí para un gran ritual de cumple.