Este año se cumple el quinto aniversario de la muerte de Carlín Calvo y su hijo mayor Facundo, brindó una entrevista donde hizo un repaso de la vida familiar, habló de los recuerdos que tiene junto a él y cómo es seguir con el legado artístico.
“Mis primeros recuerdos de la infancia son estar en Mar del Plata, en los teatros cuando acompañaba a mi papá. Desde ahí supe que eso me gustaba y lo quería hacer”, señaló el joven de 29 años.
Y aseguró que en un momento, quiso dedicarse a otra cosa. “Viví en Hawai seis meses y volví hace poco. Trabajaba en una playa y en una heladería”, djo. Pero regresó al país para continuar con la actuación.
“Lo último que hizo mi papá fue Leonas con Nazarena Vélez y Carmen Barbieri. Él sólo salía al final y decía «Es una lucha»-icónica frase de Calvo en Amigos son los amigos, 1990-. Era hermoso”, rememoró y sumó: “Eso le hizo muy bien. Hay mucha gente que decía que lo estaban explotando y no. Estar arriba del escenario era lo que él amaba. Se preparaba para las obras en Mar del Plata y se desesperaba por cómo había salido. Siempre muy metido”.
Sobre la enfermedad de su padre, Facundo señaló que "hubo momentos duros. Podía compartir fútbol y cosas, pero ya no podía tener una conversación normal. Me quería preguntar cómo me había ido en el colegio y decía en el club. Igual me quedo con que lo pude tener un tiempo más y, dentro de lo que se podía, tuvo unos años en los que estuvo bien”, concluyó.