Antonio Bonfatti (29,1 por ciento) es el candidato a gobernador más votado. Omar Perotti (26,35%) ganó la interna del PJ y si se suma su cosecha con la de María Eugenia Bielsa (13,3%) el Frente Juntos le sacó cerca de diez puntos al Frente Progresista, lo cual convierte al peronismo en un hueso durísimo de roer para las generales. Cambiemos, con José Corral, tuvo una cosecha magra (18,3%), que rompe el escenario de tercios en la provincia y evidencia la degradación de la marca política del gobierno nacional, que hace dos años parecía condenada al éxito y ahora expulsa adhesiones a la par del aumento del dólar, el riesgo país y la pobreza.

Todos estos datos, los principales que arrojaron las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso) a nivel provincial y los resultados del lentísimo escrutinio provisorio, componen un panorama de alguna forma novedoso para Santa Fe, que preanuncia una dura batalla por la Gobernación entre el PJ y el Frente Progresista, a priori con ventaja para el primero. El final está abierto y se escribirá en los comicios generales del 16 de junio.

El otro cambio .   .  

Visto desde el escenario nacional, acaso lo más claro del resultado de las Paso es el golpe que recibió el gobierno de Mauricio Macri en el primer test electoral en un distrito de los grandes. Por el contrario, la apuesta a la unidad del PJ como alternativa para las presidenciales de octubre ganó nuevo impulso. Los que pugnan por una tercera vía también pueden tener una mirada moderadamente optimista de los resultados: las figuras ganadoras tienen un discurso "Corea del Centro", lo cual comprende tanto a Perotti como a Bonfatti, y también, por caso, al candidato a intendente Pablo Javkin y hasta a Roberto Sukerman, una variante medida del kirchnerismo

Cambiemos, la misma fuerza que en 2017 estuvo cerca del 40 por ciento de los votos con un candidato a diputado absolutamente desangelado como Albort Cantard, no llega ahora, con José Corral como aspirante a gobernador, al 20 por ciento. El intendente de Santa Fe dijo que es sólo el "primer peldaño", que esto recién empieza, pero no hay dato que hoy aliente una esperanza de recuperación.

El PJ ganó fuerza

Así las cosas. ¿Se producirá en junio una polarización entre el Frente Progresista, con Bonfatti de candidato, frente al PJ de Perotti? Dependerá, en gran parte, del comportamiento de los votantes que en las Paso apoyaron a María Eugenia Bielsa. Y de que el socialista se recupere de algún resultado sorpresivo, como el de Rosario, donde si bien Bonfatti fue el más votado (112 mil con el 91% de las mesas escrutadas), el Frente Progresista quedó muy atrás que la suma del PJ, que hizo una elección muy buena: 187.247 (96.485 de Perotti y 90.762 de Bielsa). . 

La ex vicegobernadora, con una cosecha cercana al 13 por ciento a nivel provincial, capitalizó al menos una parte del voto progresista, dispuesto a apoyar una opción del peronismo kirchnerista pero que puede mirar con recelo al rafaelino por sus vínculos con el justicialismo reutemista, su actitud tibia frente al macrismo en el Senado y su postura ambigua frente a temas claves en la agenda de este sector, como la ley del aborto. 

¿Acaso que Cristina haga explícito su ya claro respaldo implícito a Perotti podría ayudar a que el PJ conserve al menos a la mayoría de estos sectores, que en otros tiempos se volcaron hacia el socialismo, e hicieron que el peronismo perdiera el poder después de 24 años a manos de Hermes Binner? ¿O será la apuesta crecer por derecha? 

Como sea, el ex intendente de Rafaela vuelve a mostrarse como un candidato competitivo y tiene un escenario favorable desde lo discursivo y también desde lo numérico: tiene para pegarle al candidato socialista por la inseguridad y también, con un mensaje productivista, puede apuntar a horadar los votos de Cambiemos. Pero además, es bastante exigua (algo más de 2 puntos) la diferencia que en el uno contra uno le sacó Bonfatti. Y el PJ se mostró en estas Paso como una opción más fiable que Cambiemos entre los que buscan un fin de ciclo del socialismo, que evidentemente son muchos. 

Fortalezas y debilidades de Bonfatti  

Bonfatti también tiene sus fortalezas y debilidades. Llevó en estas Paso al Frente Progresista a recuperarse de la magrísima cosecha de 2017, cuando no llegó al 15 por ciento de los votos. Tiene amplio conocimiento en toda la provincia por su gestión como gobernador y es el único rosarino de los postulantes que siguen en pie. Pero necesita crecer si efectivamente se ratifica el fin del escenario de tercios y desprenderse de una mochila nada menor: los cuestionamientos a su gestión en materia de seguridad. 

Acaso éste último tema llevó a que el socialista haya tenido una cosecha más pobre que lo esperada en Rosario. Bonfatti buscará seguramente situarse como "el" candidato del progresismo, para capturar así votos de Bielsa y volver a sacar ventaja en la ciudad de la que fue intendente, un factor clave para que el Frente realmente pueda ganar en junio a nivel provincial.

Ganador y perdedor a la vez 

Un párrafo aparte merece en el análisis de lo que pasó este domingo y lo que puede pasar el rol de Miguel Lifschitz. Está claro que el actual gobernador tiene una muy buena imagen, algo que queda ratificado por el gran resultado que sacó como cabeza de la lista de diputados provinciales del Frente Progresista, y que la imposibilidad constitucional de que sea reelecto es acaso lo que pone a la oposición ante una oportunidad única. Puede ser visto como uno de los grandes ganadores de la elección. Pero a la vez, la derrota de la candidata que él impuso en Rosario, Verónica Irizar, lo pone también entre los perdedores, pues su partido, el Socialista, ya sabe que no mandará en la Intendencia después de 30 años, mas allá de lo que pase en la elección general. 

Ahora, Lifschitz deberá bregar por la unidad del Frente Progresista en la ciudad y acompañar a Bonfatti en su recorrido provincial, para garantizar dos triunfos que lo sostengan en el candelero nacional, como uno de los armadores fundamentales de una tercera vía que buscará colarse en la grieta entre macristas y kirchneristas con su apuesta a la candidatura presidencial de Roberto Lavagna.