Este martes por la madrugada hubo un nuevo reclamo a los tiros por una supuesta deuda de drogas en Cafferata al 3900. Pero esta vez, los “acreedores” se equivocaron de domicilio y descargaron una ráfaga de balas contra la vivienda de un vecino que nada tendría que ver con esa deuda. La última amenaza armada fue apenas hace diez días.

“Las deudas de droga se pagan, tienen hasta el miércoles para dejar las casas. Con la mafia no se jode”, reza la nota que dejaron esta madrugada en el portón verde de una casa sobre Cafferata y Presidente Quintana. Sin embargo, la advertencia estaba dirigida con nombre y apellido a un hombre que no es el dueño de esa vivienda.

“Se equivocó esta gente. Yo soy un pobre tipo que no tengo trabajo. No me alcanza ni para subsistir. Si mi señora no labura prácticamente ni comemos y ahora esto...”, se quejó. Fueron ocho tiros que se escucharon pasada la medianoche. Algunos atravesaron la fachada y penetraron en la habitación donde solían dormir dos de sus hijos.

En ese domicilio viven dos familias: una pareja y sus dos hijos en la planta baja; y arriba, otra pareja con un bebé, nieto de la pareja de abajo.

“Los tengo a todos asustados”, dijo el dueño de casa que conoce a la persona a la que le reclaman la supuesta deuda.

Ya hace diez días la cuadra se despertó sobresaltada por las detonaciones. El sábado 18 de mayo por la madrugada se escucharon siete tiros contra una vivienda en la que dejaron la misma nota: “Las deudas por drogas se pagan”.