El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, anunció este viernes que España celebrará elecciones anticipadas el próximo 28 de abril. La decisión fue tomada después de sufrir una derrota parlamentaria que lo dejó sin respaldo en medio de un momento convulsionado para el país.

"He propuesto la disolución de la cámara y la convocatoria de elecciones generales para el día 28 de abril", afirmó Sánchez en conferencia de prensa desde el palacio de La Moncloa, sede del Ejecutivo. 

"España no tiene un minuto que perder, tiene que avanzar, emplear todas las energías. Entre no hacer nada y continuar sin presupuesto o convocar elecciones, elijo lo segundo. España debe continuar avanzando", explicó el líder socialista. 

“Estoy convencido de que es posible recuperar la política útil para la ciudadanía y dar la espalda a la crispación en este país”, añadió en referencia al resurgimiento de fuertes tensiones políticas a raíz del irresuelto conflicto de secesión catalán. 

El líder socialista pone punto final a un mandato de ocho meses y medio que comenzó el pasado 2 de junio tras haber ganado la primera moción de censura exitosa de la historia democrática de España, que desalojó del Ejecutivo a Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP), luego de que esta formación política recibió una condena por corrupción.

El adelanto electoral se precipitó debido a que los partidos independentistas y de la derecha, el PP y Ciudadanos, hicieron un pinza en el Congreso de los Diputados para tumbar el presupuesto del gobierno socialista, la ley más importante de la legislatura y la bandera con la que Sánchez defendía el carácter progresista de su Ejecutivo

Los partidos independentistas, que apoyaron la llegada de Sánchez al poder, llevaban meses amenazando con darle la espalda en busca de algún gesto político hacia sus líderes políticos presos que esta misma semana comenzaron ser juzgados en el Tribunal Supremo español por rebelión por el fallido intento de secesión de 2017. 

El gobierno intentó negociar pero el inicio del juicio lo dejó sin margen, mientras el PP y Ciudadanos presionaron a favor de un adelanto electoral acusándolo de "traición" en el Parlamento y en las calles de Madrid, donde movilizaron a miles de personas el domingo último

"Hay derrotas parlamentarias que son victorias sociales. La ciudadanía ha visto lo que este gobierno quiere para este país", remarcó Sánchez, quien afronta una difícil campaña electoral en la que aspira a movilizar a la izquierda española el avance de una derecha a la que los sondeos otorgan mayoría por el auge del partido ultraderechista Vox.