La casa de la familia del detenido por el asesinato ocurrido en La República al 8600, en la zona noroeste, fue atacada con un objeto incendiario en la madrugada de este sábado. El padre del presunto autor del crimen brindó un crudo testimonio este viernes y ligó el homicidio a las adicciones a los estupefacientes de la víctima y de su hijo. "Eran amigos para esto, para comprar pastillas, para la droga”, comentó.

Según informaron fuentes policiales, el padre del joven apresado por el asesinato llamó al 911 y en el lugar señaló a los policías que estaba en su domicilio, cuando escuchó un ruido y luego empezó a ver humo. Agregó que se dirigió a la habitación de su otro hijo y vio que habían arrojado un objeto tipo molotov que produjo llamas en un colchón.

Personal del Sies arribó a la casa y asistió a los presentes, quienes no resultaron afectados por el humo.

Alejandro, papá del presunto autor del crimen, contó este viernes que fue amenazado por familiares de la víctima y vinculó el brutal hecho con la adicción de su hijo y del joven asesinado. 

Este viernes, Alejandro dio una extensa nota a varios medios de comunicación. "Fue la droga. Tratamos de contenerlo, pedimos ayuda, todo lo que hacen los padres que tienen hijos adictos. Pero no se puede. Siguen haciendo lo que quieren. A veces uno tiene miedo. Mi pieza la cierro con llave hasta cuando voy de cuerpo o a bañarme", contó el hombre al referirse a los reiterados robos de dinero de su hijo para comprar estupefacientes.

"Eran amigos para esto, para la compra de pastillas, de droga. Yo tengo una discapacidad, tengo que rehabilitarme de lunes a viernes. Él queda solo. Los padres no podemos hacer nada contra la droga, siguen haciendo lo que quieren", enfatizó.

Fidel Ernesto Rosales fue visto por última vez por su familia en el mediodía del miércoles. Después de que la mamá radicara una denuncia en la comisaría por la desaparición se comenzó a buscarlo en el barrio. El cuerpo fue encontrado este jueves por la tarde noche en la casa de Leonardo Ariel T., un conocido. Estaba debajo de una cama, maniatado, tapado con una sábana y con una herida punzo cortante en la nuca.