Aguas Santafesinas (Assa) despidió a dos empleados por las agresiones y destrozos realizados durante el paro del 13 de noviembre y el gremio (Obras Sanitarias) se declaró en estado de alerta y promete medidas de acción directa.

No son las primeras medidas que toma la empresa, de capitales públicos, tras los violentos incidentes que se registraron en noviembre durante una protesta del sindicato por el no cobro del bono anual (de unos 3 millones por empleado) y en contra del proceso de ordenamiento interno iniciado tras descubrirse serias irregularidades por parte del personal. 

Según informaron a Rosario3 fuentes oficiales, uno de los dos nuevos despidos en Assa fue la persona que lastimó con un vidrio a un guardia de seguridad. Y el otro fue el que arrancó las cámaras del frente de la sede que la empresa tiene en el centro de Rosario, hecho que fue registrado en vivo por las cámaras de De 12 a 14 (El Tres). Los destrozos, hubo daños a vehículos y equipos, le costaron a la empresa entre 15 y 20 millones de pesos, según cálculos realizados por la compañía de servicio público.  

Tras comunicarse los despidos, el gremio de Obras Sanitarias llama a una medida de alerta calificando de arbitrarios los despidos.

En un comunicado difundido en las últimas horas, el sindicato dijo que el estado de alerta y movilización es el paso previo a la toma de medidas de acción directa.

En tanto, en el Gobierno hay preocupación porque el ministerio Público de la Acusación (MPA) todavía no designó fiscal para que investigue las amenazas recibidas por las autoridades de ASSA y también al ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico). 

La Casa Gris inició un profundo proceso de ordenamiento en Assa advirtiendo que no solo estaba sobredimensionada en términos operativos, sino que directamente estaba cooptada por el gremio de Obras Sanitarias, al que acusaba de colocar gente que directamente no trabajaba, pero cobraba muy buenos sueldos. El año pasado la empresa despidió a 90 empleados, todos con causa.

En protesta por el ordenamiento, el 13 de noviembre se realizó una movilización sindical que terminó en hechos violentos, como destrozos y agresiones.

Si bien Assa denunció la situación en el MPA, en paralelo, la conducción de la firma inició investigaciones y sanciones propias al personal involucrado.

Fue así que se despidieron a empleados que participaron de los destrozos, pero que además fueron encontrados muy alcoholizados en horario de trabajo. Otros, en tanto, fueron alejados luego de ausentarse sin causa ni aviso más de 20 días.

Luego de esa tanda de despidos comenzaron a circular WhatsApp con serias amenazas, incluso en algunos de los mensajes los agresores se identificaban.