“Se ve mucho nerviosismo, hay gente que se te sienta en la entrevista y se te larga a llorar”. El 10 de noviembre pasado una distribuidora de Provincias Unidas al 1200 lanzó una búsqueda laboral para ocupar seis puestos en una de sus sucursales. En el primer día, se presentaron más de 400 personas para dejar su currículum: desde primerizos hasta profesionales y trabajadores echados en medio de la pandemia de coronavirus. La eterna fila de desesperación también fue noticia en una panadería de Rosario y un bar en San Lorenzo.

“Hay cola para atender una panadería y las industrias 4.0 no pueden cubrir los puestos”. Juan González Utges, secretario de Coordinación y Gestión del Ministerio de Trabajo de Santa Fe, da una pincelada sobre el paisaje laboral actual en la provincia. En contacto con Rosario3, consideró que uno de los desafíos tiene que ver con que “se demandan puestos para los que hay poca gente que pueda acceder y hay mucha gente que busca acceder a trabajos que no están siendo demandados”. Para el funcionario, la otra cara de las largas filas tras un aviso, es la dificultad de algunas empresas de dar con mano de obra calificada: “Las industrias 4.0 no pueden cubrir los puestos que necesitan, actualmente en la provincia hay casi dos mil vacantes que no se pueden cubrir”.

“El actual ecosistema laboral es muy heterodoxo. Mercado Libre, Nemo o Glovo toman gente y no encuentran personas capacitadas. Hablamos con empresarios y detectamos que tienen problemas para encontrar empleados en la industria 4.0, robotizacion y digitalización y en los oficios tradicionales, no encuentran gente en la programación ni torneros; para ambos necesitás conocimiento de matemática”, explicó. Este panorama del universo laboral santafesino fue reconstruido a través de un proyecto de análisis y diagnóstico denominado “El ecosistema laboral santafesino en el futuro próximo", elaborado a partir de encuestas a 1300 empresas, referentes sindicales, funcionarios y especialistas. Allí se establece que “tanto empresarios como profesionales de recursos humanos remarcaron que resulta complejo encontrar personas capacitadas para realizar determinados trabajos, variando en función del sector en el que se desenvuelve la empresa”.

De acuerdo a lo que indica el estudio también “los empresarios destacaron la dificultad de encontrar personal capacitado, esta situación fue mencionada como un problema por los empresarios de todos los rubros que han participado en los encuentros. En el sector 4-0 esta dificultad se agudiza. En este sector la perspectiva de crecimiento es constante e incluso puede profundizarse en momentos de crisis. Un problema común a muchas de estas empresas es la dificultad que se les presenta al momento de buscar fuerza de trabajo calificada, especialmente para puestos intermedios que no requieren formación de grado, pero sí un conocimiento técnico específico, como los de programadores. Casi todas las empresas participantes de los encuentros hicieron referencia a dicha dificultad”.

Esa demanda de personal capacitado derivó el debate en la formación y capacitación y en este sentido surgió como necesidad el impulso nuevamente de la escuela técnica. Para González Utges, es un punto central: “Tenemos que pensar en formarnos todo el tiempo no solo terminar la secundaria, buscar cursos de capacitación, queda en claro más allá del optimismo y pesimismo de empresarios y funcionarios en relación a lo que viene, el ecosistema futuro es cambiante”. Y ahondó al respecto: “Lo que hoy es muy demandado mañana puede que no lo sea y sabemos que muchos “laburos” van a dejar de existir es por esto que la búsqueda de formación y de información es para todos y todas, no importa el origen socioeconómico que tengan”. En este punto, confió que desde la cartera laboral se instrumentan cursos y capacitaciones y que se avanza de cara a 2021 en la oferta de alternativas educativas para los más jóvenes, teniendo en cuenta el mayor nivel de desocupación es para personas menores de 29 años, y remarcó: “Mientras menos niveles de formación tengas, menor es el acceso al trabajo formal. Así muchos quedan en la economía popular que es la que primero suele sufrir el desempleo”.

La falta de capacitación y formación es una de las varias “brechas” a solucionarse. De acuerdo a lo expuesto en el proyecto, existen tres problemáticas de índole estructural que podrían agravarse con la pandemia: la informalidad, la brecha de género y el desempleo joven. En primer lugar, la informalidad laboral en Argentina en los últimos quince años se ha ubicado por encima del 30%, marcando ese nivel cierto piso estructural para la historia reciente. En el caso de la provincia, según el último dato disponible al primer trimestre del 2020, el empleo no registrado ascendió al 35% de los trabajadores. Estas trabajadoras y trabajadores al no estar registrados, no sólo no cuentan con aportes a la seguridad social, sino que están más expuestos a ser despedidos y a una mayor explotación laboral.

Segundo, el desempleo en la población joven (hasta 29 años) llega a casi duplicar la tasa de desocupación general en Santa Fe, agravándose para las mujeres en esta franja etaria. Por último, la desigualdad de género; las tasas de desempleo y subempleo son mayores para las mujeres que para los varones, y también existe una importante brecha de género en términos de ingresos en favor de los varones. Siguiendo el informe de Indec, la brecha de género en la tasa de desempleo en el Gran Rosario es de 3,6 puntos, en el Gran Santa Fe de 1,6 puntos y en aglomerado San Nicolás - Villa Constitución es de 0,9 puntos.

La territorialidad que solía ser una problemática limitante empieza a revertirse en medio del distanciamiento social y la necesidad de digitalizar diversos procesos productivos, entre ellos, la comercialización de los productos y servicios.

Trabajo en pandemia y lo que está llegando

Tras finalizar el estudio, se pudieron sacar conclusiones. “La crisis de la pandemia nos agarra en medio de una crisis estructural, con desocupación alta y nivel de pobreza elevadísimo, llegamos a la pandemia con una capacidad de la industria baja y todo esto hizo que el impacto sea muy desparejo. Muchas empresas ligadas al turismo, al sector gastronómico, entre otras, tuvieron una pérdida de facturación y caída pero por otro lado, hubo empresas, por ejemplo, todo lo que es industria 4.0, la robotización de la industria, que tiene un crecimiento constante. También muchas industrias, incluso las metalúrgicas, las llamadas clásicas, vieron crecidas sus ventas”, destacó el secretario.

Un segundo punto tiene que ver con que “las transformaciones de la pandemia vienen para quedarse, tanto el comercio electrónico, los hábitos de consumo, el teletrabajo, la búsqueda de algunos empleadores de niveles de flexibilización laboral, la relocalización de las empresas y la modificación de los espacios de concentración”, detalló.

“Vemos heterogeneidad con la que entramos a la pandemia se profundizó mucho, el que se adaptó mejoró y otros cayeron pero –advirtió–se empieza a ver un rebrote de la industria con mayor producción. Hay un crecimiento de algunas empresas y eso empuja todo, muchos empresarios ven que puede haber un crecimiento en la producción y generación de trabajo”, manifestó.

Los datos del Índice Sintético de Actividad Económica (ISAE) que elabora el Instituto de Estadística de la Provincia de Santa Fe, dan cuenta de un repunte económico en los meses de mayo y junio (últimos datos disponibles) luego de la estrepitosa caída de los meses de marzo y abril. “Sin desconocer los daños inevitables que la pandemia dejará en muchos sectores del entramado productivo santafesino, los actores que han participado en este proyecto dejaron entrever ciertas expectativas positivas sobre la reactivación económica post pandemia", concluyeron con expectativas en lo que viene por delante.