El movimiento independentista catalán continúa este domingo con su movilización activa en toda Cataluña para exigir la libertad de los líderes del proceso de secesión de 2017, condenados a duras penas de prisión, tras una noche en la que la violencia de los militantes radicales cedió en Barcelona después de cinco jornadas de disturbios.

Además, en la céntrica plaza Sant Jaume de Barcelona, el partido liberal Ciudadanos, que hace bandera del antiindependentismo, realizó una concentración que reunió a cerca de un millar de personas bajo el lema "Basta ya, justicia y convivencia".

"No hay fuego, barricada, adoquín, bola de acero, que pueda frenar un proyecto como España. Cuando lo intenten acabarán en la cárcel, como han acabado", dijo desde el acto Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, quien reiteró sus críticas al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, por no cesar ya al presidente catalán, Quim Torra.

Tras una mañana de calma en Barcelona, se espera un regreso de la tensión esta tarde en las inmediaciones de la Delegación del gobierno español, donde el grupo independentista Picnic por la República convocó una manifestación a la que llaman a asistir con bolsas de basura llenas de papel.

Este sábado, un grupo de manifestantes pacifistas secundó la iniciativa lanzada por el diputado Gabriel Rufián, de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), y se colocó en primera línea actuando como tapón para evitar los choques entre la policía y activistas violentos, lo que permitió contener la violencia de los días anteriores.

La iniciativa "En peu de pau!", que protagonizó este cordón humano de contención, afirmó este domingo por medio de Twitter que seguirá intentando ser "puente, parte y activo" en las protestas, que dice apoyar, pero siempre desde la movilización no violenta. "No fue un cordón, se dio respaldo a los manifestantes", matizaron.

No se pudo evitar que cerca de la medianoche, en los alrededores de Plaza Urquinaona, donde se llevó a cabo la concentración, algunos alborotadores levantaran barricadas con vallas, y prendieran algunas hogueras, aunque el foco de violencia fue contenido rápidamente por la policía.

"Ayer hubo cuatro policías heridos. El viernes, 95". "El cordón preventivo es la otra cara de la moneda de los grupos violentos", subrayó el responsable de Interior catalán, Miquel Buch, valorando positivamente la iniciativa ciudadana que permitió que la violencia de los últimos días rebajara considerablemente.

A diferencia de las jornadas previas, en la que hubo cientos de heridos, ayer los servicios sanitarios atendieron a solo 14 personas, 11 en Barcelona y 3 en Girona, otra de las ciudades en las que se produjeron disturbios graves.

Además, la policía catalana informó que 13 personas fueron detenidas en las protestas realizadas el sábado en toda Cataluña.

En distintos puntos de Cataluña se están produciendo movilizaciones frente a comisarías y en plazas para protestar por los detenidos en disturbios y seguir pidiendo la libertad de los líderes secesionistas, penados con entre 9 y 13 años de prisión por su papel en el fallido proceso de secesión de 2017. Hay concentraciones frente a la Comisaría de la Verneda y en la Comisaría de Les Corts, en Barcelona, y en Girona, Reus, Vic, Sabadell, y Villanova i la Geltrú.

En el marco de las protestas, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, reiteró su pedido a los presidentes del Gobierno español y catalán, el socialista Pedro Sánchez y el secesionista Torra, que "dialoguen desde la responsabilidad, con empatía, respeto y sin maximalismos".

"Hace falta una mesa de diálogo tanto en Cataluña como en el Estado que se aleje de la gesticulación", insistió.

Torra, por su parte, expresó su "preocupación" por los heridos en los disturbios de los últimos días, en especial por la situación de una chica y un policía, éste último muy grave, por un traumatismo craneoencefálico.