La Justicia de Brasil autorizó la liberación del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva pasadas las 16.15 de este viernes, después de 580 días preso, luego de haber sido detenido el 7 de abril de 2018 para cumplir una condena de 8 años y 10 meses por corrupción. A las 17.45 finalmente, salió del penal, donde lo ovacionó una multitud de seguidores. La orden fue emitida por el juez de Ejecución penal de la ciudad de Curitiba, estado sureño de Paraná. 

Según informó EFE, en un ajustadísimo fallo, definido apenas por un voto (6-5), el Supremo anuló una jurisprudencia que había establecido en 2016 y con la cual había autorizado ejecutar una pena de prisión después de que se confirmara en segunda instancia, pese a que en esa fase quedaban aún dos apelaciones pendientes en tribunales superiores.

De acuerdo a la nueva decisión, la prisión solo podrá ordenarse cuando, como establece la Constitución, se complete el "tránsito en juzgado" y se hayan agotado todos los recursos posibles, con lo que la culpabilidad estará plenamente determinada.

El último tuit publicado en la red oficial de Lula, lo muestra ejercitando en un gimnasio. 

En el caso de Lula, el más célebre de los cerca de 5.000 presos brasileños que serían beneficiados, comenzó a cumplir en abril de 2018 una pena de ocho años y diez meses por corrupción tras ser condenado en segunda instancia.

La sentencia fue confirmada luego en una tercera instancia, pero aún le resta una apelación que ya ha presentado ante el Supremo, que todavía no se ha pronunciado.